La Virgen de las Angustias ya debería haber vuelto a su barrio, San Agustín.

Allí están su casa, su iglesia y nosotros, los vecinos de su barrio.

He de reconocer que estamos decepcionados, la desilusión casi ha llegado a invadirnos.

Con malas artes, excusas y vericuetos legales muy discutibles unos pocos han logrado paralizar el ansiado retorno de la que todos creemos que es la Reina de San Agustín a su verdadera casa.

REPETICIÓN

Han querido volver a repetir la misma acción miserable que otros perpetraron en 1961, aquéllos nos la "hurtaron" a escondidas usando una furgoneta, y estos lo repiten usando recursos que tuercen la voluntad democrática de una mayoría.

Hablando con la junta de gobierno, insisten en que la razón moral y formal está de su parte, repiten que la voluntad de la hermandad es claramente favorable a la vuelta a su templo y que legalmente tienen razón.

Dicen que van a convocar elecciones y que si las ganan volverán a retomar con todas sus fuerzas el proyecto del traslado.

Me parece bien, es su obligación.

Pero lo que verdaderamente ha hecho renacer la esperanza y la ilusión en San Agustín han sido las declaraciones de nuestro obispo.

Se ha definido como el primero que desea que este traslado se realice cuanto antes.

VOLVER A REZAR

Por fin don Demetrio Fernández ha opinado y lo ha hecho para ponerse al frente de esta manifestación de vecinos que pedimos poder volver a rezar a la Virgen de las Angustias en su iglesia de San Agustín.

El obispo se ha dado cuenta de que nuestra petición está motivada por la fe, queremos rezar ante la Virgen de las Angustias.

No se trata de la petición de unos radicales que sólo buscan la discordia o el enfrentamiento con la Iglesia.

Se trata de devotos con mayúsculas que durante más de cincuenta años han guardado en su corazón y en las paredes de sus casas la devoción que aprendieron de sus padres.

Por todo ello, con la misma vehemencia que he utilizado cuando entendía que se repetía la injusticia quiero ahora darle las gracias al señor obispo.

No nos decepcione.

* Presidente de la Asociación de

Vecinos de San Agustín