En medio de esta "noche oscura" de recesiones y depresiones, de fuga de cerebros y un desempleo insoportable, de deslealtades a tuti plen , de pronósticos de tormenta y cuestionamiento del Estado del bienestar, surge una semilla de esperanza, una buena nueva, "un proyecto andaluz para el mundo" en palabras del presidente de INSA-ETEA, Ildefonso Camacho.

Tras 48 años de experiencia docente universitaria en Córdoba, hace unos días se aprobó por el Parlamento Andaluz la Universidad Loyola Andalucía, donde la apuesta de ETEA se acrecienta y agiganta con una inversión enorme de recursos económicos y humanos. Una nueva Universidad para todos, que pretende "aprovechar las capacidades del individuo para ponerlas al servicio de la sociedad", que pretende generar líderes y emprendedores que dinamicen nuestra sociedad, que revitalicen nuestra economía, que innoven socialmente. Ciencias sociales, jurídicas y económicas que serán la columna vertebral de una apuesta por el conocimiento y la investigación, nada menos que los pilares del futuro.

Una vocación de servicio extendida a otros rincones del planeta, cumpliéndose también ahora 25 años de cooperación educativa de ETEA con centros académicos de países en vías de desarrollo, especialmente con las universidades de Centroamérica, además de Vietnam o Marruecos, poniendo el acento en la promoción del sector agrario, el desarrollo rural y la economía social, constituyendo a través de su Fundación un elemento de notable importancia en la promoción humana y el desarrollo de estos territorios.

Por todo ello, desde esta Córdoba inmovilista, donde los proyectos tantas veces se eternizan, podemos estar ilusionados con esta nueva primavera del pensamiento, de esta cátedra del compromiso social, de apuesta decidida por la promoción del ser humano en su integridad, que será mucho más que un nuevo proyecto docente, desde el convencimiento que ya manifestara Miguel de Unamuno: a más cultura, más libertad.

* Abogado