De nuevo otro pedazo de nuestro pasado seguirá enterrado sin que los cordobeses y las personas que nos visitan tengan la oportunidad de conocer lo grande que fue Córdoba. Apenas han terminado de descubrir lo que dejaron los que construyeron el antiguo edificio de Veterinaria, hoy Rectorado de la Universidad, y me refiero al anfiteatro romano que se ha descubierto en la parte sur bajo el antiguo edificio mandado a construir en 1914. Aunque es una barbaridad este hecho ya ha ocurrido con otros monumentos enterrados, y otros todavía peor, destrozados, como el palacio de de Maximiano Herculano en Cercadillas, que fue brutalmente destruido casi en su totalidad para la construcción de la estación de trenes.

Posiblemente con el hecho de enterrarlo quizás lo estamos protegiendo, porque la verdad es que si vemos algunas construcciones que nos dejaron romanos y musulmanes, pueblos que nos invadieron y que fueron capaces de poner a Córdoba a la cabeza de las ciudades del mundo que, por desgracia, desde que echamos a esos invasores vamos de mal en peor. Recuerdo otros monumentos que están a la vista y que me temo que por poco tiempo dado el grado de conservación que tienen. Podemos ver lo que os digo en los restos de la muralla que rodeaba Córdoba que se están destruyendo por completo: véase el Marrubial, muro de la Misericordia, Alonso el Sabio, y otros; también tenemos los puentes califales del siglo X sobre el arroyo Cantarranas, y el arroyo Nogales, los puentes romanos de arroyo Pedroche y el de los piconeros sobre el arroyo Linares, también tenemos el alfar islámico en la calle/Eugenio DIOrs, junto a la cuesta de san Cayetano, la alberca musulmana del siglo X en la Avenida de los Aguijones, que se los está comiendo la hierba y la suciedad; el alminar de San Juan, que se está cayendo a pedazos. Otra pregunta es ¿por qué desaparecen con tanta facilidad el buen numero de almunias que se han encontrado y que, al parecer, están protegidas por ley? A espalda del Castillo de la Albaida, dirección Santa María de Trassierra, se encuentra la torre de vigilancia islámica llamada de las Siete Esquinas; esta torre cualquier día se cae; a unos 5 o 6 kilómetros al oeste de Madinat Al-zahra se encuentra la almunia Alrumaniyya, algo digno de recuperar pero que se está destruyendo a marcha forzadas. Por último y no menos importante: en el escudo de Córdoba creo que está representado el molino de la Albolafia, monumento que tuvo una gran importancia en nuestra cultura y que se está dejando que se destruya. Por todo lo expuesto creo que en Córdoba tenemos que reaccionar y no consentir lo que está pasando con nuestro patrimonio. Lo que reflejo en este escrito es solo un pequeño porcentaje de lo que pasa con muestro patrimonio.

José Manuel Borja Fernández

Córdoba