La semana pasada reflexioné sobre lo que nos cuesta el Ayuntamiento cuando los concejales pierden el tiempo, aunque no lo hacen siempre ni tampoco todos cobran tanto, todo hay que decirlo. Pero, siguiendo el mismo criterio de eficacia y ahorro, podría decirse otro tanto sobre la campaña electoral, más aún después de haberme enterado por Efe que las elecciones le costarán al Ministerio 124 millones, a los que habría que sumar 57,6 millones máximos de los partidos, y eso gracias a una ley que limita sus gastos. Además, la subvención estatal por cada voto es ya de 0,33 euros. O sea, que si votasen los 652.086 electores cordobeses a un mismo partido esta formación recibiría 215.188 euros, además de 21.633,33 euros por cada uno de los seis diputados y cuatro senadores.

Eso sí, este año se han impreso medio millón menos de papeletas para evitar derroches de otras convocatorias en las que sobraban toneladas de papel, lo que le ha ahorrado el Ministerio 800.000 euros. Por cierto, ¿con qué imprenta contrata el Ministerio? Porque a mí me sale el coste de cada papeleta a 1,6 euros. Pero para gasto, el debate televisado de la semana pasada, que nos costó a todos 600.000 euros.

Por supuesto no pido que se restrinja el derecho a la información y al debate. Al contrario, es necesario buscar otras fórmulas realistas... Y económicas.

Y una vez acabadas las elecciones habría que seguir esgrimiendo los mismos criterios para reclamarles a los parlamentarios toda la eficacia del mundo. Nosostros somos los que les pagamos el sueldo. Si me apuran, habría que preguntarse si para hacer nuestras leyes y los presupuestos anuales son necesarios todos los 350 diputados. Más aún: ¿alguien sabe para qué sirve este Senado? Pues eso.