Hace algún tiempo ya, leí en este mismo periódico, en esta misma sección, a una persona presumiblemente socia del Círculo de la Amistad. La conclusión que saco de dicha asociación es --por el resultado de su escrito, que hacía referencia al mal estado de administración que ejercen los nuevos directivos de dicho club y, entre otras muchas cosas, hacía referencia al Círculo-- que ya no era lo que se espera de esta entidad tan prestigiosa y que parecía que se estaba convirtiendo en un circo para la ciudad de Córdoba.

Yo no pertenezco al Círculo de la Amistad como socio, sino como un cordobés que, mirando el tiempo transcurrido desde su fundación hasta este momento, a todos los cordobeses nos consta que es un club de una soberanía y calidad que no es comparable con ningún otro.

No puedo dejar pasar la oportunidad que me brinda este medio para dar mi opinión sobre este asunto, que creo es de todos los cordobeses. Este club, desde hace ya algún tiempo, su junta directiva está haciendo toda clase de actividades, tanto culturales como sociales y diferentes actos referentes a Córdoba, no pasa una semana que no se pueda leer en estos medios que está haciendo alguna clase de actividad, siempre en pro de esta ciudad y, por supuesto, que de su club y de sus socios, dejando a este club en el lugar que siempre ha estado, pero mejor aún, porque ahora los cordobeses tenemos más accesibilidad a sus actos.

Ricardo Pérez

Córdoba