En los últimos días, con ocasión de la presentación de la campaña "¡Ahora sí! Tu Ayuntamiento te ayuda a dejar de fumar", he podido escuchar innumerables comentarios más o menos chistosos sobre si se trataba de "quitar del vicio" a todos, si sería más eficaz que ciertas pastillas, o si se iniciaba una tarea de titanes.

Junto a ello, también he tenido la grata sorpresa de recibir muchísimas peticiones de información sobre la campaña, sobre lo que se está llevando a cabo, peticiones de personas sensibilizadas seriamente con este asunto y, algunas, llenas de esperanza.

Y es que hay que tomar este tema muy en serio. El tabaco es una adicción que, según la Encuesta Europea de Salud 2009, afecta al 26% de la población de 16 años en adelante, que afirman fumar a diario. Uno de cada cuatro jóvenes de 16 a 24 años fuma a diario y, por sexos, el porcentaje de fumadores diarios es del 31.2% en los hombres y el 21.3% en las mujeres, según la misma fuente.

El tabaco es directamente responsable de un alto porcentaje de enfermedades respiratorias (incluidos distintos tipos de cáncer) e indirectamente responsable de otras tantas enfermedades o efectos secundarios de las mismas. Es, igualmente, factor directo de riesgo en todas las enfermedades cardiovasculares. Y eso sólo como botón de muestra.

Pero, además, y esto es fundamental, es una adicción que no sólo afecta a quienes lo practican, sino también a todos los que se encuentran a su alrededor. Sin embargo, este hecho científicamente comprobado, parece que sólo ha tomado fuerza desde la entrada en vigor de la nueva Ley 42/2010 de medidas sanitarias frente al tabaquismo y reguladora de la venta, el suministro y la publicidad del tabaco.

A todos aquéllos que, como la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, contestan a la nueva Ley con aquello de "prohibido prohibir", yo les pregunto ¿se acuerdan de todas las veces que vieron a una embarazada y miraron para otro lado para seguir fumando, o pensaron "que se salga ella"? No se trata de prohibir sino de regular que la adicción perjudicial de una persona no afecte a quien no la practica, que para eso está el derecho, procurando el bien de todos.

Vamos a tomárnoslo en serio. Lo realmente saludable es no fumar, y el hábito de no fumar es uno más, entre los estilos de vida saludable, junto a una dieta equilibrada y la práctica de ejercicio físico. Además, no fumar supone una calidad de vida superior, al mantener intactos el gusto y el olfato, la capacidad respiratoria, la limpieza interior y exterior, la salud buco-dental y un largo etcétera de beneficios.

Seamos razonables, si pretendemos fomentar y promocionar hábitos de vida saludable, recordemos que uno de los mejores es respirar aire limpio. Por ello, desde el Area de Salud Pública del Ayuntamiento de Córdoba, claro que sí, nos sumamos a esta campaña, y esperamos, por supuesto, ser eficaces y hasta titánicos en el esfuerzo de procurar que todos los que lo deseen puedan dejar de fumar. En serio.

*Delegada de Salud Pública del Ayuntamiento de Córdoba