El próximo viernes día 11 de marzo, a las 20.30 horas, la Ilustre Sociedad Andaluza de Estudios Histórico-Jurídicos, de cuya Junta Rectora, presidida por el doctor Julián Hurtado de Molina, me honro en formar parte como miembro numerario que soy de la misma, nos trae hasta la ciudad de la Mezquita, en colaboración con la Diputación, otra magnífica exposición conmemorativa, ahora realizada por el Ayuntamiento de Cádiz y coordinada, entre otros, por la profesora Inmaculada Gavira Vallejo, delegada en la tacita de plata de la referida institución andaluza, a fin de acercarnos a quienes nos acerquemos a visitarla los viejos principios constitucionales: "Las Cortes de Cádiz, el inicio de la Modernidad en España", que con motivo del bicentenario de tan magno acontecimiento histórico se podrá visitar en Córdoba, entre los días 12 y 19, en el Patio Barroco de nuestra primera institución provincial. En el acto inaugural intervendrá también el Orfeón Cajasur, dirigido por Clemente Mata Ruiz. Ya sabemos que conmemorar los doscientos años de la Constitución gaditana no es cualquier cosa; en definitiva, no es otra sino rendir un sentido homenaje a quienes de verdad creyeron en el proyecto que abriría el camino hacia la modernidad del Reino de España, que empezaría a madurar muy pronto en un territorio hermano que permaneció libre de la dominación francesa y que significó de cara al mundo una proclama que nos garantizaba para todos las libertades ciudadanas, con un futuro de progreso y libertad frente a las ya viejas y caducas instituciones del Antiguo Régimen. No cabe duda de que, en el plazo de tres años, las Cortes de Cádiz cambiarían la faz de nuestro país, sobre todo por llevar acabo en él una profunda transformación de nuestras propias estructuras, no sólo las políticas como formalmente podría parecernos, sino también las llamadas sociales y económicas. No olvidemos en ningún momento la declaración de la soberanía nacional y la separación de poderes, la abolición de los añejos privilegios de la nobleza, con la supresión de los señoríos jurisdiccionales y también, cómo no, la abolición de la Inquisición española, por no citar cómo las referidas Cortes facilitarían también las libertades agrícolas y ganaderas, así como de la industria y el comercio, procediéndose de igual modo a una tímida desamortización eclesiástica. Fue, dicha constitución de 1812, emanada de las referidas Cortes cuyas sesiones se abrirían el 24 de septiembre de 1810, un verdadero paradigma liberal para la época decimonónica, frente al absolutismo vigente aún por parte de algunos monarcas europeos y, cómo no, fue también una manera de aunar nuestra tradición monárquica y religiosa con el espíritu liberal y democrático de los nuevos tiempos, donde sin duda alguna se plasmarían todas las nuevas ideas que configuraron la nueva Europa. Por ello, en la referida exposición que ahora veremos en paneles explicativos, pantallas táctiles y juegos de ordenador no dejarán de mostrarnos aquellos nuevos vientos que cambiaron nuestra historia, las vicisitudes que llevaron a los diputados a organizarse y a reunirse en Cortes, los decretos que de ellas saldrían, sobre todo en todo lo referente a la libertad de imprenta, enseñanza o a la propia ordenación de la colegiación libre de los abogados, muchos de cuyos avances, desde luego, habrían de esperar hasta el trienio liberal para que pudieran ver la luz en nuestro país.

Por ello, no me resta sino felicitar a Gonzalo Durán, Inmaculada Gavira, Diego Herrera, Isabel Lerma, Francisco Marín, Aránzazu Martialay, Francisco M.Traverso y demás colaboradores por habernos sabido acercar de modo didáctico una excelente exposición que en modo alguno es puntual, ni elegida tampoco al azar para celebrar fastos y efemérides. Es todo un homenaje sin duda alguna a políticos de la talla de Blanco White, Holland, Jovellanos, Agustín Argüelles, denominado "el Divino", Manuel Luis Quintana, Diego Muñoz Torrero, García Herreros, Juan Nicasio Gallego o José Mejías, del grupo de los americanos procedentes de las colonias españolas de América, quienes ya defendían la independencia y fueron artífices, junto a otros muchos más, de aquel célebre 19 de marzo de 1812, día de san José, en que daba comienzo la ceremonia de publicación de la primera constitución española,"la Pepa",donde se refleja un tremendo espíritu conciliador entre liberales y absolutistas, quienes en su día supieron sentar las bases para la construir en nuestro país el llamado Estado liberal, en el que la potestad de hacer leyes pasó a las Cortes junto al rey, ya que las mismas perdieron el carácter consultivo que hasta ese preciso momento habían tenido, apareciendo desde entonces como la institución central que expresaba la voluntad de la nación.

* Catedrático