pAPOYO
nAlgunas cuestiones sobre el barrio de Fátima N
***Alba María Teno
***Córdoba
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Quería apoyar la carta escrita por Belén Azañón, publicada el día 30, y como lectora de este periódico quería dar mi opinión al respecto. Es verdad que el barrio de Fátima está bastante olvidado. Me gustaría saber el motivo, porque hasta donde yo llego, pagamos nuestros impuestos como cualquier ciudadano. Tan solo quisiera que alguien, si lo hay, me contestase a algunas cuestiones que se me quedan en el aire. Una es sobre los terrenos de la antigua Prisión. Muchos proyectos pero, ¿qué pasa? Porque desde hace muchos años, nada; otra, la dichosa joroba de Asland ¿Se quita o la vamos a tener de por vida? ¿Y en cuanto a la Avenida Blas Infante? Los vecinos hemos luchado mucho para que hagan un parque a los pequeños, que tan necesitados están de columpios y zonas de juego, siendo los terrenos junto al polideportivo el lugar idóneo por su gran extensión, en vez de ser un auténtico estercolero, además de darle una solución para que algunos locos del volante no encuentren en ella el lugar idóneo para carreras, que es lo que frecuentamos constantemente. Y para qué nombrar la famosa Autovía que pasa por Asland. ¿Pasa o no pasa? Porque llevo años viendo el mismo panorama, empezado y abandonado. ¿Y el famoso pulmón verde en la zona del arroyo Pedroches? Perdí la cuenta del tiempo que llevo viendo movimiento de grúas pero no sé exactamente qué hacen, porque todo sigue igual, o sea, sin nada. Y para finalizar, decir que a los vecinos que vivimos en esta zona también nos molesta el ruido del tren, ocurrente idea de dejarlo al descubierto al llegar a la altura de este digno barrio. ¿Tan complicado y difícil sería solucionar estas cuestiones? Me imagino que la inversión económica será factor importante, pero si repartiesen los fondos por igual, algunos barrios estarían mejor de lo que están.
pFIESTAS
nSemana Cultural en
Cerro Muriano N
***Aurora Mero Naz
***Córdoba
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Otro año más que nos ha tocado padecer este evento que es uno más entre otros (feria, festivales a beneficios de oenegés, flamenco o... "el parto las lagartijas verdes" por decirlo de alguna manera) con los que la comisión organizadora de Ferias y Festejos de Cerro Muriano ameniza las largas y calurosas noches veraniegas.
Con gran pesar tengo que reconocer que este pueblecito antes tranquilo, fresco, sencillo, que nos animaba a disfrutarlo, se ha convertido en un verdadero martirio gracias a estas fiestas, a las que el pueblo tiene derecho, cosa que no pongo en duda, y que bien llevadas serían un aliciente más que añadir a los anteriores calificativos. Y digo bien llevadas porque aquí no se cumple ninguna de las reglas que rigen en cualquier ciudad del mundo civilizado, y sin ir más lejos pongo de ejemplo a Córdoba, nuestra capital. Allí, el festival de las cruces o los patios, ambos situados en zona urbana, respetan la ley que marca las dos de la madrugada como hora máxima para cortar la música, una más para los días de fiesta, con la prohibición de la venta de bebidas y, por supuesto, el volumen controlado en todo momento. Igualmente, la Feria de Córdoba se encuentra ubicada en un recinto ferial, fuera de la zona urbana. Nada de esto se cumple en Cerro Muriano, no sé si por ignorancia... o porque quizás les guste a los organizadores el volumen brutal de la música o las charlas que se traen con el publico, cómicos, locutores o cualquiera que coja el micrófono, algunas veces diciendo (por desgracia lo oímos todo) las cosa más peregrinas. Si se llama a la Policía Local, no tiene personal; a la Guardia Civil, no es de su competencia, etc. Y el alcalde, si es que lo hay, o la autoridad competente ¿qué dice a todo esto? ¿Sabe cómo van las normas para la buena convivencia?
Bien, pues con esto mando un aviso a los que crean que van a pasar un verano idílico en Cerro Muriano. ¡Que se lo piensen antes de alquilar o comprar algo! Pues en vez de encontrar el verano soñado van a pasar noches de insomnio sentados en el jardin de su casa, fresquitos, eso sí, contemplando las estrellas y "deleitándose" con la música discotequera del momento... ¡Una alegría!
