El objetivo de reducir en 30.000 millones de euros el déficit en el 2011 obligó en mayo pasado, en plena catarsis de las finanzas internacionales y con España en el ojo del huracán, al Ministerio de Fomento a anunciar un gran recorte de 6.400 millones en las obras previstas para el año próximo. El tijeretazo de la inversión es, junto a la reducción del salario de los funcionarios y la congelación de las pensiones, una de las tres grandes medidas de ese doloroso pero ineludible proceso de saneamiento de las cuentas públicas españolas. Tres meses después de las malas noticias, el departamento de José Blanco concretó ayer una novedad optimista: el recorte será menor de lo anunciado y se quedará en 5.700 millones de euros. Una austeridad a rajatabla y el ajuste "al límite" de otras partidas ministeriales han permitido salvar 700 millones de euros, una cantidad nada despreciable. En este sentido, según el listado aportado por el Ministerio de Fomento, Andalucía es la más beneficiada en número de intervenciones en obra pública, a falta de conocer si la cantidad destinada se eleva a los 120 millones de euros anunciados por el presidente de la Junta de Andalucía tras reunirse con el presidente del Gobierno. Córdoba queda exenta ya que en el primer anuncio no hubo recorte alguno en obra pública en nuestra provincia. Bienvenida sea este inyección de optimismo ya que no hay que olvidar que los proyectos ahora salvados contribuirán a aliviar, aunque sea de forma moderada, el paro en el sector de la construcción.