Ya lo dijo el Guerra : "Cá uno es cá uno", por eso le han hecho entrega de trofeos ganados tan merecidamente en la Feria de Nuestra Señora de la Salud. Por lo tanto, hay que olvidar el que no le han entregado, tan merecidamente luchado, y también hay que olvidar al jurado, sin comentarios y que Dios reparta suerte. Yo, personalmente, lo felicito como aficionado de esas tardes de toros en nuestra Feria, faenas tan grandiosas que, como buen cordobés, dejó a su ciudad en su sitio, recordándole que es cuna de grandes toreros.
Ya lo dijo Marchena , en el Coliseo de San Andrés, de Manolete: "Ha tenido que morir para reconocerlo". Pero nuestra Córdoba es así, tendrás que esperar si quieres ese trofeo tan preciado a 7 temporadas más con esas grandiosas faenas y a los 10 años, que es lo que se tarda en esta ciudad para todo, puede que se te reconozca, a no ser que en vez de nacer en Córdoba, ciudad tan grande, hubieses nacido en otro lugar y entonces sí los tendrías como otros maestros, donde tus faenas no tienen nada que envidiar, sino al contrario, se engrandecen.
En el año cincuentaitantos, estando yo en Rosales y viniendo del Dunia el maestro Calerito, me dijo: "Niño, me han puesto una placa en la Maestranza por cortarle 2 orejas a un toro de Miura en una tarde de tormenta, qué bonito". Ahí está la diferencia. Nuestra Córdoba, callada. Por eso el Gallo le dijo a su mozo de espá : "Niño, que bien se está hablando poquito" y a las 5 horas él le contesta: "Mejor se está sin hablar ná". Qué le vamos a hacer, esta es nuestra Córdoba, callada y sola.
Pero tú recibiste ese gran cariño que te demostró tu Córdoba, la que te quiere, en esa vuelta triunfal después de esa faena monumental que le hiciste a ese Torrestrella. Todo no puede ser completo, pero con esa faena hubiese bastado, qué bonito que con ese toreo se hubiese oído el pasodoble Manolete , pero la banda contigo estaba en huelga.
En el argot taurino se dice "¡que Dios reparta suerte!". Que nos la reparta a todos, y también al jurado.
Alberto Rosales Ortega
Córdoba
