Para quienes no recibirán ninguna felicitación estas fiestas, para los que se encuentran lejos de casa, para quienes no tienen nada extraordinario que comprar, para los que se curan en el hospital de sus dolencias y para los que no tienen hospital en el que curarse, para los que abarrotan los comedores de transeúntes, para los que añoran al ser querido que se fue, para los que desde su celda pagan su cuenta con la justicia, para los que se rehabilitan de dolorosas adicciones en algún centro, para quienes no tienen la vivienda que necesitan, para los que buscan afanosamente trabajo y no lo encuentran, para quienes sufren discriminación por su género, discapacidad u origen, para todos los ancianos de todas las residencias, para todos los que se vieron forzados e emigrar de su familia, su cultura y su país...

Para quienes quedaron derrotados y vencidos en los escarpados caminos de la vida, para los que tiraron la toalla de la esperanza, para quienes vendieron su conciencia al mejor postor y traicionaron los ideales que daban sentido a su vida, para los desilusionados que se sienten de vuelta de todo, para quienes deambulan por el mundo sin metas ni compromisos, para los incrédulos en lo que el ser humano representa...

Para quienes luchan cada mañana por un mundo mejor, para quienes sirven a los demás buscando la justicia y el bien común, para quienes siguen creyendo y siguen esperando, para los ilusos a los ojos del mundo, para quienes piensan que el amor es más fuerte que los odios, para los constructores de la paz, para los sembradores de ilusiones, para los testigos de la esperanza en los surcos secos de la historia, para los cooperantes de todas las buenas causas, para los voluntarios que tienen un corazón abierto y las manos tendidas, para los que tejen cada día en silencio desde el rincón de su trabajo o su casa las entretelas de un mundo más habitable, para los que mantienen el rumbo de su barco por fuertes que sean las tormentas, para los que piensan por sí mismos y no se dejan engañar por presiones o mensajes estereotipados, para quienes la felicidad no consiste en hacer lo que se quiere sino en querer lo que se hace... Para todos, y para ti también, amigo que compartes estas líneas, feliz Navidad.

* Abogado