El Gobierno y la Junta de Andalucía han cerrado un acuerdo para la liquidación de la llamada deuda histórica que es bien visto por el PSOE y rechazado por PP e IU, lo cual no supone ninguna novedad. La batalla histórica en torno a este problema no acaba. Primero fue porque no se asumía la deuda; luego, porque no se cuantificaba; después, porque no se pagaba, y ahora, porque se paga mal. Más que deuda histórica habría que llamarla queja histórica.