La última iniciativa de Youtube ha sido abrir un canal para que los ciudadanos, ávidos de popularidad, suban vídeos que puedan ser de interés para los diferentes medios de comunicación. Hablo de popularidad porque en principio no piensan remunerar estas aportaciones "no profesionales". ¿Cómo van a remunerar una grabación de aficionado en la que sale, por ejemplo, lo sucedido durante una catástrofe natural, que además les puede ahorrar el traslado del periodista hasta la zona?

Este es un ejemplo más del saqueo creativo al que nos someten las empresas a través de concursos de ideas en los que dicen que premian la originalidad del autor, páginas en las que subir tu ocurrencia cuando te venga en gana... latas de refresco en las que puede aparecer tu cara u obras de teatro que se nutren de "las primeras veces" que la gente cuenta en una web, con la que después hacen una obra de teatro por la que, faltaría más, cobran entrada. Las palmaditas en la espalda se las lleva el viento. De nosotros depende frenar este saqueo.

Ignacio Caballero Botica