Como consecuencia de los efectos negativos que la crisis está generando y desarrollando en los trabajadores y trabajadoras, la Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CCOO), tras las movilizaciones realizadas este año, que desembocaron el día 7 de octubre en la 2 Jornada Mundial por el Trabajo Decente, continuamos con nuevas movilizaciones como respuesta sindical para analizar en asambleas de trabajadores y trabajadoras la situación actual, previsiones de futuro y soluciones que ambas organizaciones estamos planteando en los diferentes foros.

La dictadura del mercado ha provocado una gran crisis global que comenzó como una crisis coyuntural, con la caída de grandes bancos de inversiones de EEUU y el pinchazo de la burbuja inmobiliaria norteamericana extendiéndose y contagiando al mercado global, que, atacado en los puntos más débiles de cada economía, llega a convertirse en una crisis estructural por la que los estados pierden autonomía y, con ello, disminuyen las posibilidades de control político sobre las decisiones económicas, se potencia la deslocalización, se producen desigualdades estructurales en el reparto entre salarios y beneficios empresariales, se intenta que la crisis económica se traslade a la crisis de los valores sociales, propicia que el proceso de destrucción de empleo con el parón de la construcción se extienda a todos los sectores productivo económicos...

En nuestra provincia, el número de desempleados en el pasado mes de octubre supera los 76.000 (38.081 en la capital), lo que supone un 28%, de los cuales el porcentaje más elevado es para los servicios (37.388), siguiéndole la construcción con 13.711 parados, lo que, desgraciadamente, supone estar en los puestos de cabeza tanto en Andalucía como a nivel estatal.

Para combatir la crisis económica, el Gobierno, como primera determinación de alcance, puso a disposición de las entidades financieras 150.000 millones de euros de todos los españoles, esperando que, fundamentalmente, las cajas de ahorros, que acumulan más del 50% del ahorro nacional, colaboraran abiertamente para suavizar esta grave situación económica. Sin embargo, actualmente un gran porcentaje de las 160.000 microempresas andaluzas, más autónomos y trabajadores en general, se encuentran con serias dificultades en el acceso al crédito. A esta grave situación hay que unir el incumplimiento por parte de las organizaciones empresariales de los acuerdos firmados en convenio para el 2009 y el bloqueo de 247 pendientes en Andalucía, lo que supone una pérdida de poder adquisitivo de las familias que, lógicamente, ocasiona una más que preocupante reducción de los niveles de consumo tanto de las familias como de las empresas, piezas claves para la reactivación de la economía y del empleo. La falta de confianza en la salida de la crisis y la incertidumbre en cuanto al mantenimiento de los puestos de trabajo nos hace intuir que tardaremos en salir de la deflación actual. Es fundamental no ahogar el poder adquisitivo porque sin demanda no hay producción y sin producción no hay empleo. En esta línea, y ante la posibilidad de reiniciar la negociación colectiva en un futuro inmediato, tenemos que buscar una fórmula que combine adecuadamente el mantenimiento del empleo y la preservación y garantía de los salarios para los trabajadores y trabajadoras.

Desde UGT creemos necesario que el Estado, en estos momentos, siga utilizando el gasto público y mantenga en segundo plano la preocupación por el déficit público, en la línea de mantener las iniciativas públicas, y estamos reclamando la definición de un plan de choque --con la reactivación de las políticas de empleo-- para que puedan recuperar su trabajo los jóvenes y los parados de larga duración.

En consecuencia, UGT cree necesario un tipo de filtración para evitar dar dinero público a entidades financieras que luego no dan microcréditos a empresas, y asimismo no sustentar proyectos empresariales a los que luego ni siquiera mantengan sus plantillas, porque es muy importante vincular empleo y beneficios y que las empresas asuman su responsabilidad social en esta difícil coyuntura. Asimismo, consideramos necesaria una regulación del sistema financiero internacional que establezca órganos de supervisión y control, con el fin de que no vuelvan a repetirse las causas que han provocado la actual crisis. Dicha regulación debe establecer el fin de los paraísos fiscales, normas que limiten las retribuciones abusivas de directivos e implanten un impuesto universal a las transacciones financieras.

Por último, es indispensable fomentar la formación y la cualificación de la mano de obra. Somos de los países que más destina a incentivos al empleo y menos a formación para el empleo. Igualmente, creemos que es fundamental establecer las bases para que la salida de la crisis implique que nuestro modelo económico sea más justo, eficiente y sostenible tanto social como medioambientalmente.

* Secretario provincial de UGT