De economía familiar sé poco. Pero de grandes cifras, modestamente, sí sé. Sé, pero aún así no me entero.

Me explico: por ejemplo, los fondos anticrisis. El Plan E y el Proteja han mantenido este año contra viento y marea un sector, el de la construcción, que debe reconvertirse. Hasta ahí todo bien, como bien han estado los 66 millones de inversión en la ciudad, que han dado liquidez a muchas pequeñas y medianas empresas y están permitiendo que unas 4.000 familias puedan salir adelante este difícil año mientras encuentran nuevas obras o cambian de actividad.

Pero, primero: ¿se han calculado las perdidas en este periodo? Porque, por supuesto, el comercio de una calle en obras se beneficiará los próximos años de la reforma, pero eso será si sobrevive a las pérdidas causadas por las vallas este año. Y lo mismo podría decirse del gasto extra en horas y combustible por los atascos, las perdidas en la hostelería, etcétera.

Segundo: ¿Por qué solo se apoya la construcción? Resulta que el Ayuntamiento de Córdoba, en agosto, pagó 68 millones de euros por medio año de servicio de proveedores, más que los fondos anticrisis en todo el 2009. Aún debían tres meses y, sin embargo... !Era uno de los municipios españoles que menos retraso acumulaba en el pago! Y es que, si la construcción lo está pasando mal, supongo que también sufren la crisis la empresa que fabrica el pienso para la elefanta del zoo, la proveedora del material para repintar un colegio municipal o la papelería que proporciona los clips a los funcionarios.

Porque ya digo que no lo entiendo. Se ayuda a la banca, que pese a la crisis mantiene beneficios, y se le recorta las transferencias a los ayuntamientos, los principales morosos de España. Que me lo expliquen.