A lo largo del año, hemos dejado de encontrarnos en la pantalla de TVE los rostros de muchos presentadores que, a fuerza de verlos a diario, formaban ya parte de nuestro paisaje doméstico. Un recorte de personal ha llevado a situación de prejubilación en el ente público a todo quisque por encima de los 50 años de edad. Choca, por tanto, que mientras que se considera que los cincuentones están ya fuera de servicio, la dirección general haya ido a parar a manos de un octogenario.