La soldadesca arrastra su miedo y su espera de paz bajo mantas levantadas en estacas. Barahúnda de uniformes y vehículos, suelo enterragado, polvo a veces, luz. Civiles de atuendo sobrio, algún encaje negro, puede olerse el alcanfor y la humedad de los baúles a través de la pantalla. Objetos. Siempre he valorado casi por encima de todo en el cine histórico la ambientación, y eso los británicos lo consiguen como nadie. Hemos visto en Días de cine algunas escenas del rodaje de La mula , firmada por Michael Radford. Sublimes. Cine británico de tema español o cine español bien ambientado con ese sexto sentido británico, o ambas cosas. Desfile bajo un ambiente (luz, vestuario, colorido) adecuado, inimitable. Es puro 1939. He visto muchas películas españolas de tema histórico, muy bien realizadas desde el punto de vista argumental, del guión, incluso en la actuación, pero fallando casi siempre en la ambientación, carentes de ese último yo qué sé casi imperceptible, de ese qué sé yo que hace saltar un resorte inconsciente que te pone en guardia cuando hay cartón piedra incluso donde no debe haber ni cartón ni piedra. La mula promete ser un espectáculo muy bien hecho, con un humor amargo algo trágico y cómico como la propia novela de Juan Eslava Galán, siempre esperanzado y muy desengañado, berlanguiano, almodovariano. Ahí Radford se ha debido encontrar el gran escollo, veremos el resultado. Pero la forma de sonreír de medio lado de este inglés de mil orígenes y mil paisajes nos hace albergar la esperanza de que ahí también acertará. Esperamos La mula para disfrutar.

* Profesor