Parece que, por fin, se ha llegado a un pacto en materia de financiación de las comunidades autónomas, que será recibido como agua de mayo. La cuestión es que todos están dispuestos a poner la mano y coger el dinero aunque no estuviesen de acuerdo con los criterios del reparto. De hecho todas las comunidades (y también ayuntamientos, diputaciones, etc.) están con el agua al cuello, sin recursos ni dinero, verdaderos morosos que, como en los bancos, se retrasan con los pagos y con toda una masa de gente por colocar, donde sea y como sea. El Gobierno central es consciente de esta situación y, como con el Plan de Estímulo al Empleo, sabe que la única manera es inyectar "dinero" en las instituciones para paliar la caída libre del sector privado. La cuestión radica no en la alegría por la "lluvia de millones", sino en el origen del dinero. Solbes se fue de la Moncloa cuando Zapatero le dijo que debía incrementar el fondo de las comunidades autónomas hasta nueve mil millones de euros. Solbes, experto en endeudar economías, como sabemos, dijo que de eso ni hablar, que dada la situación eso era una locura y, después de tiras y aflojas, cogió la puerta y se fue. Ahora, con nuestra maravillosa Salgado, el fondo ha pasado de nueve mil a once mil millones de euros. La vedad es que cuando hablo en euros todo pierde cierta entidad para mí, y cuando hablamos de estas cifras casi me mareo y me voy de la realidad. Si multiplicamos esta cantidad por 166,66 pesetas la cosa ya se vuelve tremebunda. Y aquí viene mi temor. Conociendo la impericia en la gestión de nuestros políticos, su falta de formación y su inmoralidad, si ya robaban y dilapidaban dinero en tonterías cuando las arcas estaban prácticamente vacías, ¿qué ocurrirá cuándo llegue esta cantidad ingente de dinero?, ¿se perderá por las rejillas mientras a la gente que realmente lo necesita tan sólo llegan las migajas? Y, lo que aún me preocupa más, si ya estamos en un endeudamiento de casi el 10%, y puesto que la gente que lleva 10 años endeudada ahora empieza a saber lo que es la deuda, cuando hay que pagarla y no hay dinero, ¿quién pagará esta deuda en el futuro? ¿Nosotros? ¿Nuestros hijos? ¿Cómo la pagaremos? ¿De qué manera? ¿Estarán Zapatero y sus amigos para ayudarnos en la tarea? Quien puede dudar que, dada la crisis provocada por la insensatez de muchos, hacen falta recursos aquí y ahora, pero también soluciones para el futuro, y no tan solo más y más problemas para un futuro próximo. Mientras tanto, "venga lluvia de millones".

* Profesor