Hasta finales de mayo y con apoyo institucional, la plataforma de oenegés 2015 y Más nos presenta la exposición Puertas, la vida que llevamos; el mundo que queremos , con una interesante reflexión acerca de la pobreza y de quienes la fomentan. En Córdoba, en la sala de exposiciones museísticas de Cajasur, diversos itinerarios nos llevan hasta los países donde se producen algunos objetos considerados vitales y las condiciones en que se hacen. En una de las rutas, se nos muestra el territorio congoleño, donde se ha sufrido un conflicto armado con cinco millones de muertos, pero que, sin embargo, aún continúa siendo oscuro objeto del deseo occidental para expoliar el coltán, material imprescindible para la fabricación de ordenadores y móviles. Al hilo de ello, no deberíamos pasar por alto, como se recoge en UMOYA, los comités de solidaridad por el Africa negra , que muchas empresas mineras de Europa, Asia y Norteamérica, radicadas en el referido Continente Negro, evaden al fisco alrededor de 68.000 millones de euros a través, básicamente, de acuerdos secretos y de las falsificaciones de sus balances, con la imprescindible connivencia de los dirigentes locales, según lo que se acaba de publicar en un informe hecho por varias organizaciones no gubernamentales. Los contratos entre estados y las compañías extranjeras, que por falta de transparencia no suelen conocerse, son precisamente los que permiten dichas coyunturas, siendo causa también de la degradación ambiental de los territorios donde se implantan y de las condiciones laborales o de vida de quienes para ellas trabajan, tal y como podría ser el caso de la República Democrática del Congo o de Sierra Leona, por citar el ejemplo de dos países ricos en recursos naturales y que, sin embargo, están siendo fuertemente castigados por sus conflictos intrínsecos o por la ingerencia extranjera. Afirmaba Brian Kagaro , el responsable para Africa de la oenegé ActionAid, que un paso efectivo para erradicar la pobreza de aquellas naciones sería el garantizar que las compañías multinacionales mineras abonaran las cantidades de impuestos que les corresponden. Si así lo hicieran, con los beneficios generados, sus gobiernos podrían financiar programas sociales de bienestar, sin necesidad de acudir al extranjero para pedir dinero. Decía mi admirado monseñor Nicolás Castellanos que la derrota del hambre es factible, estando yo plenamente de acuerdo con su lema de "nada para los pobres, todo con los pobres". Un objetivo arduo, el de luchar, juntos con ellos, por su dignidad y liberación. Otro ejemplo, desde Honduras, nos lo ha dado el obispo de Copán, Luis Alfonso Sánchez , al afirmar que un mal terrible es la forma como se regalan, por cuantiosos negocios de corruptos de cuellos blanco, los recursos que son propios de su pueblo. Basta con revisar los estudios para conocer que un tercio de aquellas tierras están adjudicadas a compañías foráneas, las cuales se dedican o no a la minería metálica, pero que destrozan la arboleda, matan la fauna o bien contaminan el medio natural. En el Valle de los Angeles, en el departamento de Morazán, tras años de explotación sus habitantes presentan problemas de hígado, sin duda causados por el aluminio liberado en el agua. En el sector de San Andrés, ubicado en la zona más oriental, la Yamana Gold explota el oro y, según documentación confidencial del referido prelado de Honduras, en un año exportaron 56 millones de dólares, de los cuales cotizaron tan solo un escaso uno por ciento para la municipalidad. El Gobierno no posee autoridad para implantar lo contrario y menos desde que, en 1998, en junta nocturna y mientras el pueblo se debatía por la tragedia del Micth, aprobara la ley para que las empresas extractivas bajaran el pago, del 15 al 1 por ciento, aprobándose igualmente, con el visto bueno del presidente Flores Facusé , que las mismas pudieran quitar tierras para la explotación, pudiendo pasar a terceros y prolongándose así las concesiones mineras. Solo por la fuerza --proclama el obispo-- se les podrá expulsar, entendiendo él mismo que los recursos mineros corresponderían guardarse hasta que los hondureños detenten una tecnología suficiente capaz de explotarlos en beneficio propio. Son ejemplos de cuanto acaece hoy en día. Como dijera Kagaro , habría que reforzar pues la capacidad de las autoridades reguladoras de impuestos, racionalizando las normas internacionales de contabilidad. "Los contratos mineros y los pagos a los gobiernos deben ser sometidos de forma rigurosa al escrutinio de los parlamentos a fin de mejorar la contabilidad de este sector". Africa y demás zonas explotadas del mundo, como bien afirmara recientemente el economista de Zambia Dambisa Moyo , debieran aprovechar la actual crisis para inventar su desarrollo "sin esperar a un rescate hipotético de la propia economía por parte de las potencias mundiales, que por su parte tan solo piensan en su propia salvación".

* Catedrático