Ryanair, la aerolínea irlandesa líder en Europa de los llamados vuelos de bajo coste, pretende cobrar algo más de un euro a los pasajeros por usar los retretes. Se trata de una fórmula más que esta compañía pondrá en marcha para mantener su nivel de ingresos y que ya ha levantado polémica. Se trata de hacer negocio con una necesidad básica y, si finalmente se pone en marcha, afectará a todo el mundo por igual, pues de la visita al servicio no hay quien se libre.