A la antigua Azucarera de Villarrubia le ha llegado su hora. El antiguo recinto industrial, sin actividad desde hace dos décadas y sobre el que el Plan General de Ordenación Urbana del 2002 establecía una reconversión largamente demandada por los vecinos de esta barriada periférica, ha comenzado un camino que esperemos no tenga retorno. Una promotora participada por dos conocidas empresas cordobesas, Noriega y Moreno SA, transformará las once hectáreas que ocupaba la Azucarera en un área para viviendas y actividades económicas de bajo impacto ambiental, además de equipamiento social e infraestructuras.

Con un entorno de crisis económica a la que no se le ve claro el final, esta iniciativa que lleva a cabo la promotora Hibernia supone una grata noticia tanto para Villarrubia como para Córdoba. El desarrollo del Plan Especial de Reforma Interior de la antigua factoría, cuya duración se ha fijado en 20 meses, proporcionará oportunidades de trabajo a los habitantes de la barriada, sobre todo a los más jóvenes. Y contribuirá a la mejora de una zona del término municipal necesitada de ello, máxime cuando la expansión urbana de Córdoba mira hacia esas coordenadas.

En el caso de la ciudad, debe de servir de acicate y ejemplo a la iniciativa empresarial, sobre todo para el sector de la construcción, en unos tiempos nada fáciles y con el problema de la financiación lastrando el dinamismo económico.