El juez Emilio Calatayud, titular del Juzgado de Menores número 1 de Granada y famoso por dictar sentencias ejemplarizantes, hizo gala de cordialidad y sencillez en la conferencia que impartió el sábado en ETEA, como cuando se tuvo que esperar media hora porque nadie sabía cómo activar los micrófonos de la sala. Al juez, demostrando que lo mismo sirve para un roto que para un descosido, no le importó trastear los mandos para ver si él mismo lograba solucionar el problema.