Es digno de admiración nuestro hospital Provincial, al cual, después de tantísimos años en pie, debemos de estar agradecidos por las magníficas prestaciones sanitarias que nos aporta. No debemos olvidar que un edificio construido en los años 50 fue dotado de una altura de nueve plantas, así como de las mejores infraestructuras y servicios para su época, lo que ha permitido que siga siendo un pilar importantísimo en la actualidad, dentro de lo que constituye el gran complejo sanitario de nuestra ciudad.

Como la mayoría de sus visitantes, y por circunstancias casi siempre nada agradables, tenemos que acudir con frecuencia a este magnífico centro hospitalario ¡y qué mal lo paso al subir la dura y empinada escalera que accede a la entrada principal! máxime viendo cómo personas de edad avanzada o en no muy buenas condiciones físicas se ven y se las desean para coronar su cima.

Aunque exista un acceso por la parte posterior del edificio para casos de urgencia, la escalinata aludida es la más usada, por ello, y viviendo en una sociedad que nos invita a eliminar barreras, me agradaría contemplar algún día que la gran cantidad de usuarios que acuden a nuestro hospital cuenten con un acceso más cómodo que el actual.

Manuel Pavón Torres

Córdoba