El próximo sábado, a las 18 horas, comenzaremos a vivir una ocasión única para contemplar una selección de más de 300 obras pertenecientes a Circa XXI, la colección de arte contemporáneo que Pilar Citoler ha venido reuniendo desde hace más de tres décadas, y de constatar, a través de ellas, que la realidad trata de imitar al arte, en la medida que el arte es la ocasión única de escapar de nuestro mísero destino, tal y como nos enseñaba Wilde , a la vez que para adentrarnos en el mundo maravilloso de la creación, de la fantasía, del color, de la forma, de la luz...

Córdoba ha estado fuera de los circuitos del arte contemporáneo demasiado tiempo. Córdoba ha tenido algunos, pocos, geniales creadores, pero la ciudad en sí misma, o ensimismada en sí misma, ha tenido muy pocas oportunidades de asomarse al mundo de la creación contemporánea. Otras ciudades lo están haciendo y con éxitos más que notables, al menos en cuanto a su propia refundación y concepción como ciudad. Me estoy refiriendo a casos como Bilbao, Valencia o, más recientemente, Cáceres, cuyo Centro de Artes Visuales Helga de Alvear acogerá la colección de arte contemporáneo propiedad de esta conocida galerista de nuestro país.

La Universidad de Córdoba tiene desde hace algún tiempo un claro compromiso con la cultura de nuestra ciudad y provincia y en atención a ello se ha implicado decididamente en el proyecto Córdoba 2016. Y su apuesta más decidida es conseguir que la colección Circa XX tenga su sede permanente en nuestra ciudad. La calidad de la colección la hace tan atractiva que tanto el anterior rector, Eugenio Domínguez , como el actual, José Manuel Roldán , han mantenido que éste sí era un proyecto para dar un salto cualitativo en el acercamiento de Córdoba a los modernos circuitos del arte y el coleccionismo, como desde un principio lo ha hecho también nuestra ex ministra de Cultura y compañera de Claustro, Carmen Calvo . Y desarrollando esta idea la Fundación Rafael Botí de la Diputación de Córdoba se ha unido a la Universidad en la creación del Premio Internacional de Fotografía Contemporánea Pilar Citoler, proyecto al que se va a incorporar el Ayuntamiento de Córdoba y del que el Parque Científico Tecnológico Rabanales XXI se ha constituido ya en patrocinador. Por su parte, la Junta de Andalucía y Cajasur, junto a las instituciones citadas antes, se han comprometido ahora en la exposición Modernstarts, a la que me refería al principio.

Llegados a este punto, durante estas semanas en las que la ciudad se llenará del color de ese arte al que la vida trata de imitar, deberíamos ser capaces de ofrecer a la coleccionista una realidad concreta en la que situar el arte de su colección. Es decir, las instituciones deberían ofrecer un espacio real en el que su colección pudiera encontrar el acomodo que se merece. La propuesta es el futuro Museo de Bellas Artes, en el que convivirían los fondos del vetusto museo actual y las obras procedentes de la colección Circa XX. Hasta ahora, el proyecto de edificio parece dormitar entre muchos expedientes. Para conseguir el objetivo, el Ayuntamiento tiene definitivamente que ceder el suelo al Ministerio de Cultura, que en tanto no tenga hecha esa cesión siempre encontrará el argumento para no tener ninguna partida a tal fin en su presupuesto. Debemos conseguir del Ministerio de Cultura que financie la construcción del edificio o que ceda a la Junta de Andalucía la titularidad del mismo, junto con los fondos correspondientes. Y, por último, debemos conseguir de la Junta de Andalucía la financiación para la gestión del proyecto. ¿Difícil? Según se mire. La política debiera ser también el arte de hacer posibles los sueños reales de los ciudadanos. Todo lo que tiene valor cuesta trabajo, pero el trabajo hay que hacerlo y eso se nos puede y debe exigir a todos los que tenemos alguna responsabilidad política según la medida de ésta.

Si queremos que Córdoba tenga una apuesta nueva, decidida, importante en el mundo de la cultura, no debemos dejar pasar esta oportunidad. Y, además, el tiempo se acaba. Hemos dedicado mucho trabajo y esfuerzo en dar argumentos a Pilar Citoler para venir a Córdoba. El último es esta magna exposición que llenará nuestras salas de una parte de lo mejor del arte del siglo XX y el siglo XXI. Ya no tenemos más argumentos para darle, ahora hay que ofrecer una realidad en la que acoger el arte que ella tan delicadamente guarda. ¿No es capaz Córdoba de tener ese tesoro? Estoy seguro de que si fue capaz de inventarse a sí misma hace dos mil años también lo será en 2016.

* Vicerrector de Estudiantes y Cultura de la Universidad de Córdoba