Mediado ya el pasado mes de julio, desde la Extremadura del Sur recibíamos, Concha y yo, la última invitación para asistir a una exposición de pintura y fotografía en la tierra del político del siglo XIX Juan Bravo Murillo , en la casa que allí posee nuestra siempre admirada y querida Pilar Molinos , la pintora amiga heredera de la impronta humanista de Benito Arias Montano o de los también paisanos suyos, el escultor Barragán o los geniales pintores Rafael Gómez Catón , Eugenio Hermoso y el ceramista Rafael Ortega . No pudimos para el día de la inauguración atender su petición de acudir hasta tan emblemática población, vinculada durante siglos por la historia al antiguo reino de Sevilla, si bien le prometimos que no llegaría a su ocaso la exposición sin que nos acercásemos por las tierras en que vieran la luz el ilustre folclorista Luis Romero Espinosa o los célebres doctores Faustino Cordón y Arceo . Además, siempre entendimos que bien podría ser una oportunidad más para redescubrir sus monumentos y su emblemático conjunto histórico o para degustar otra vez más su rica gastronomía tradicional, el típico guarrillo frito, entre otros platos, o bien las pastas almendradas que, en la confitería de los hijos de Manuel Risco , se elaboran con las mismas recetas que, en 1878, se hicieran famosas para homenajear a Alfonso XII , cuando el monarca se desplazara hasta la localidad frexnense, tras su viaje por Las Hurdes, y fueran sus antepasados de los actuales propietarios desde entonces los proveedores de la Real Casa. De igual modo, los dulces conventuales, como los nevaditos, bizcochos o las pastas de almendras, que las agustinas locales elaboran con sumo agrado, atraen también al viajero que recala por allí, para conocer su patrimonio o gastronomía, que desde luego se ha sabido conservar a lo largo del tiempo, especialmente en sus afamados restaurantes locales o bien en la casa de Manuel Candilejo El Nito , quien desde los 14 años trabaja con el producto más tradicional de Extremadura. Allí, con una amabilidad exquisita nos sirvió uno de los mejores jamones ibéricos del mundo, como sus extraordinarios quesos de la tierra. Con la cámara del imprescindible fotógrafo sevillano que nos acompañaba, Curro Petit , quiso fotografiarse con nosotros, también con la ceramista Fátima Zafra , con Pilar, Ana María o con Andrés Serrano , muy vinculado al "saber popular" y persona generosa donde las haya, quien supo dinamizar la cultura local. Así me lo demostró hace cuatro veranos, cuando organizara por estas mismas fechas un importante evento de carácter antropológico en La Cinoja, en el que tuve la suerte de participar junto a los también antropólogos Francisco Luque-Romero Albornoz , y Salvador Rodríguez Becerra , entre otros más, que aquel año con nuestras investigaciones más recientes aportábamos una novedad al ya prestigioso Festival Internacional de la Sierra, que todos los años se viene celebrando en dicha localidad. Las fotografías acompañarán de ahora en adelante la galería de personajes que pasaron por su establecimiento y entre las que se hallan toreros afamados, políticos y otras gentes variopintas del mundo de la cultura.

Tras muestra salida, desde las cercanas tierras de la antigua Itálica, y pasar por las de Santa Olalla o por el Parque Natural de la Sierra de Aracena y de los Picos de Aroche, el paisaje local pronto se nos fue haciendo presente, con sus dehesas que forman bosques interminables de encinas y alcornoques, y pudimos apreciar enseguida su imposible fortaleza medieval, que abandera al paso de Cronos, así como el importante conjunto histórico artístico declarado hace ya diecisiete años como Bien de Interés Cultural. En la población de la antigua Nertóbriga, ciudad celta y romana, destacan por su hermosura sus tres parroquias, los conventos de la Paz y de San Francisco, el colegio e iglesia de los jesuitas, el Santuario de la Virgen de los Remedios o un sinfín de casas palacio y señoriales que dan a la ciudad un aire especial, como la propia Cinoja, en todo momento desde hace años referente en la vida cultural de aquella población de la extremeña Ruta de los Pueblos Blancos. La ocasión merecía la pena, sobre todo para volver a Fregenal de la Sierra y disfrutar en la huerta con Pilar y para admirar en su casa, en tan emblemático templo del arte contemporáneo, las sedas salvajes pintadas a mano con tinta china de Estefanía Martín , las pinturas de Aurelio Calderón (Madrid,1930), Premio Nacional de Bellas Artes, otorgado, en 1957, a tan polifacético artista por su proyecto de escenografía de Yerma , de Federico García Lorca y premiado con posterioridad, en 1983, en la IV Bienal Iberoamericana de México. Completaba la actual muestra que finalizará el próximo día 22, la obra del fotógrafo gallego Xosé Gago , quien vive en Marín desde siempre, muy cerca del mar, y donde se ha convertido en el mayor especialista e investigador de España en procesos históricos.

* Catedrático