Muchos analistas coinciden en señalar que el siglo XXI será el siglo de China y no les falta razón. Los datos así lo apuntan y todo indica que en sólo unas décadas será la primera potencia del mundo. El área asiática se perfila como un espacio geopolítico y geoestratégico emergente que reequilibrará y añadirá complejidad a un sistema de relaciones internacionales inmerso en un proceso continuo de transformación. Como afirmó el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero , en la presentación del Plan de Acción Asia-Pacífico, "queremos ajustarnos al nuevo poder de Asia, un continente que representa simultáneamente uno de los motores del crecimiento económico mundial y un elemento vital del equilibrio global de poder". China es hoy el tercer socio comercial del mundo, el tercer receptor de inversión extranjera directa y el país con mayor volumen de reservas de divisas. Sus tasas de crecimiento, con un promedio del 10 por ciento, y su dinamismo económico la han convertido en un mercado prioritario para España, como lo reconocen las organizaciones empresariales, nuestras empresas transnacionales y el Gobierno.

Los Ejecutivos de España y China hemos suscrito acuerdos de Asociación Estratégica Integral y un Plan Integral de Desarrollo de Mercados del que ya se benefician cerca de 2.500 compañías españolas. El pasado 1 de julio entró en vigor el nuevo Acuerdo de Promoción y Protección Recíproca de Inversiones, con lo que se asegura la actividad empresarial y nuestras inversiones en el gigante asiático, al tiempo que se estimulan también nuestras exportaciones que crecieron más de un 20 por ciento el pasado año.

Córdoba no es ajena al polo de atracción que ejerce la economía china y ha puesto sus miras en los mercados asiáticos. La tendencia de las exportaciones cordobesas a China es creciente, aunque con algunos altibajos provocados por los sectores del algodón y el mueble. A pesar de ello, las exportaciones cordobesas crecen en los sectores del aceite, cárnicos y joyería, pero aún tenemos márgenes para incrementar las cifras de negocio que han superado la decena de millones de euros en los últimos ejercicios económicos. Parece que tenemos aún un importante margen de crecimiento en sectores como el del aceite, los productos cárnicos, el material eléctrico, los aparatos mecánicos, las materias plásticas, las fibras sintéticas, el vidrio y la joyería.

Los productos made in China casi quintuplican en cifras de importación a nuestras exportaciones, por lo que debemos estimular la presencia empresarial cordobesa en este gran país y establecer vías de comunicación y diálogo, como lo viene haciendo la Cámara de Comercio e Industria de nuestra provincia. Sin duda es un reto que podríamos calificar de olímpico en el entorno de los grandes Juegos de la primera década del siglo XXI.

Las Olimpiadas de Pekín 2008 son algo más que el escaparate de la nueva China, de su modernidad y del progreso económico, pues marcan su apertura al mundo y el inicio de la mejora en la aplicación de los Derechos Humanos, como ha puesto de relieve Jacques Rogge , presidente del Comité Olímpico Internacional. El camino iniciado por esta potencia en el ámbito de las libertades individuales y colectivas podría ser largo, aunque el escenario olímpico dinamizará esta tendencia que debe convertirse en irreversible.

China ha dado un salto adelante con la celebración de estos Juegos y participa del espíritu olímpico promovido por el barón de Coubertain, que concibió esta cita en la modernidad como un acontecimiento de hermanamiento, solidaridad y amistad entre los países del mundo, a través del deporte.

A estos valores sumamos hoy los de la paz, la tolerancia, la interculturalidad, la solidaridad y el progreso, principios que aportarán nuestros deportistas en Pekín, que llevarán también el mensaje de la Córdoba de futuro que anima a compartir el futuro a través de la convivencia entre culturas y creencias. Rafael Muñoz Pérez , en baloncesto, Felipe Reyes Cabanas , en natación, y Víctor Manuel Sojo Jiménez , en hockey sobre hierba, son los deportistas y los embajadores del espíritu de Córdoba en Pekín, junto a los paraolímpicos, Manuel Garnica Roldán , atletismo, y Miguel Angel Martínez Tajuelo , natación.

Los deportistas y atletas cordobeses olímpicos y paraolímpicos representan buena parte de lo mejor de nosotros mismos, lo mejor de Córdoba, que aspira a ser Capital Cultural Europea en 2016 y subsede olímpica ese mismo año, si Madrid alcanza el sueño de albergar los Juegos y ser la sede del espíritu olímpico.

*Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación