El Partido Comunista de las Tierras Vascas (EHAK en sus siglas en euskera) prestará hoy un diputado al tripartito que preside Juan José Ibarretxe para que la Cámara autonómica apruebe la consulta propuesta por el lendakari, mientras los otros ocho diputados del grupo se abstendrán.

Se trata de la adaptación a la aritmética parlamentaria presente de la treta puesta en práctica por Socialista Abertzaleak el 30 de diciembre del 2004, cuando tres de sus diputados --necesarios para completar la mayoría-- votaron a favor de la presentación del plan Ibarretxe en el Congreso de los Diputados y otros tres se abstuvieron.

DIVERGENCIAS ENTRE MADRID Y VITORIA

Entonces, como ahora, se daba una situación de profundas divergencias políticas y jurídicas entre Madrid y Vitoria y, como en aquella fecha, la izquierda aberzale aprovecha la ocasión para tensar la cuerda a propósito de un plan que divide a la sociedad vasca, enfrenta a los partidos y socava el marco autonómico.

En realidad, lo que persigue EHAK es poner de manifiesto "el carácter impositivo del marco constitucional vigente". Esto es, confía en que el Tribunal Constitucional impida la celebración de la consulta, lo que, a sus ojos, le permitirá contar con una nueva prueba de convicción de que el encaje del País Vasco en el Estado autonómico es imposible.

Un objetivo perfectamente previsible y que Ibarretxe ha puesto en bandeja a la izquierda aberzale, aunque quiera quitarle importancia.

EL PRIVILEGIO DE LA IZQUIERDA ABERZALE

Lo cierto es que importancia la tiene toda y compromete no solo al lendakari, sino al PNV. Es políticamente imposible pasar por alto el dato de que, sin la ayuda de EHAK, la consulta moriría en el trámite parlamentario a causa del empate a 33 diputados entre el tripartito más Aralar, por un lado, y socialistas y populares, por otro.

Y aún es menos factible soslayar el hecho de que al aprobarse hoy la convocatoria de la consulta en estas condiciones, crecerán las divergencias entre el nacionalismo moderado y el radical que conviven en el seno del PNV.

A todo lo cual hay que añadir que la izquierda aberzale se arroga el privilegio de disponer de la llave de la iniciativa política, que es justamente lo contrario de lo que pretendía el lendakari. Pero, al convertirla en una fuerza imprescindible para que salga adelante su libro de ruta, se rinde a la evidencia de que es EHAK y no otra la fuerza que en verdad marca el tempo.

Un dato ineludible para medir las consecuencias de la votación de hoy.