Las declaraciones del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero , han vuelto a colocar el centro de atención ciudadana en nuestras aspiraciones a obtener el título de Capital Europea de la Cultura, sin duda el proyecto colectivo más relevante del que nos hemos dotado y conjurado en los últimos años y que marcará en buena parte la agenda política de la ciudad.

No es la primera personalidad que nos anima en este proyecto y respalda nuestras aspiraciones. Ni será la última. Mientras tanto --como reclamamos muchos, todos-- tenemos que hacer nuestros propios deberes; algunos ya están hechos, los más hay que ponerlos en marcha, afinarlos e interpretar al unísono la partitura.

No obstante, y sin quitar un ápice las afirmaciones anteriores, no tenemos que caer en el criticismo absoluto, en el desgarramiento inútil. La ciudad respira cultura. Cada vez más se aprecia el vigor en nuestras ofertas culturales, públicas y privadas. Las instituciones y entidades se han aprestado desde hace algún tiempo a incrementar sus apuestas y hasta en más de una ocasión se diría que compiten para acoger el favor del público. Un ejemplo en un solo día: el pasado 7 de febrero la agenda cultural anunciaba varios conciertos, varias exposiciones, varias proyecciones cinematográficas y varios encuentros literarios o conferencias; en total una docena de opciones a disposición de la ciudadanía, plurales, de diverso tipo y para todos los públicos.

Pero es que esta tercera semana de febrero tenemos en cartel la ópera Los cuentos de Hoffmann , la inauguración de tres exposiciones (de promoción pública y privada), el final de la muestra de teatro aficionado, el inicio del programa del Conservatorio Jóvenes Intérpretes , nuevos conciertos de Los jueves musicales de la Magdalena y el ciclo Música antigua para jóvenes intérpretes , varias presentaciones de libros, conferencias y proyecciones. Quién da más. Acérquense a las magníficas exposiciones sobre Mongolia, Fontcuberta o la muestra de trabajos del Premio Pilar Citoler y de la Bienal de Artes Plásticas Rafael Botí y tendrán un completo panorama de nuestra oferta cultural, de nuestro vigor cultural.

No tenemos que ser autocomplacientes, pero tampoco caer en desánimos paralizantes. Sin duda, tenemos que resolver aspectos fundamentales relacionados con la puesta en marcha de la Fundación Córdoba Ciudad Cultural, pero incluso aquí se están dando pasos con la sucesión de reuniones que están teniendo lugar este mes de febrero y que, a buen seguro, darán sus primeros frutos prontamente. Si hasta ahora las instituciones patronas hemos estado al ralentí, ahora es el momento de pisar fuerte el acelerador, de encarar el futuro sin complejos, decididos, aunados en un objetivo común. Lo mejor de cada uno de nosotros, de instituciones, de asociaciones e industrias culturales, de creadores, del conjunto de la ciudadanía tiene que dedicarse a la tarea. Hay mimbres.

* Primer teniente de alcalde y delegado de Cultura y Relaciones

Institucionales