Manuel Huertos está ilusionado en dar luz ecológica al pueblo cordobés. Ahora su cruzada contra el cambio climático está peleando en el barrio de Ciudad Jardín, en la calle infanta Doña María, recogiendo firmas contra la tala inncesaria. Allí se están realizando unas obras para acomodar mejor a los residentes; pero todo sigue igual a cambio de contaminación acústica, atascos de transportes de hidrocarburos, eliminación de aparcamientos y, lo más triste, extinción de seres vivos que están en el mundo para darnos el aire exacto que necesitamos para vivir. Se han talado 64 acacias cuando esta especie, según un estudio a cargo del catedrático Manuel Enrique Figueroa , capta más anhídrido carbónico que las demás. De dicho informe tiene plena constancia el Consistorio porque Manuel Huertos está harto de meterlo por registro. Esto no es campaña contra IU sino una llamada de atención a todos los partidos para que se conciencien de que nuestros árboles también son ciudadanos cordobeses y es que en estos tiempos lo más importante de las ciudades debe ser su población vegetal. Córdoba será capital cultural si muestra un avanzado escaparate ecológico en el que no solo no se talen árboles sino que se acuerden medidas valientes de recuperación climática. Ejemplo: financiado por las comunidades de vecinos y en casos de renta baja por subvenciones, nuestras azoteas en nueve años deben convertirse en frondosos jardines que lucharán contra la desertización de Andalucía. Esta medida es fácil de planificar, no es costosa y por añadidura proporcionará la capitalidad cultural. Seguro.

* Abogado