Hoy estoy positivo, porque me he dado cuenta de que el mundo está lleno de gente simpatiquísima. No me digan que no son simpáticos los israelíes vecinos de las zonas invadidas, quiero decir conflictivas, en Gaza y Cisjordania. Por lo visto se les ha ocurrido un método eficaz para alejar a los palestinos de sus propiedades: colocar cerdos a las entradas de las casas. Por dos motivos, principalmente: primero, por tener un olfato mucho más eficaz que el de los perros --sólo le falta decir a la noticia "que, como son moros, huelen fatal"--. Segundo, y mucho más brillante, y por supuesto sin ninguna inquina para la población islámica, bastante más pacífica en su naturaleza --son los invadidos por excelencia, léase también Afganistán e Irak-- que la judía: la presencia de los cerdos intimida a los palestinos, ya que al ser animales impuros les impedirían de tocarlos, ir al cielo a gozar de sus setenta vírgenes. Qué imparcialidad informativa, pardiez: en dos líneas y con excusa de suministrarte información anecdótica, se ha descrito a los palestinos como agresivos, sucios, ladrones, supersticiosos y menoreros. ¿Hay premios a la manipulación comprimida?

Más gente simpática: el País Vasco hay tres tipos graciosísimos, nada más verlos me parto: Ibarretxe, Arzalluz y Eguíbar. Son tipos encantadores, de los que alegran el día: de esos que están siempre sonrientes y de buen humor, ya saben. No paran de contar chistes y lanzar besos a los niños. El otro día contaron uno buenísimo: va una región de un país y no sólo se declara independiente a sí misma, sino que independiza por decreto a otras vecinas del mismo país y de otro. En todo el norte de España y en el sur de Francia ha hecho reír muchísimo este chiste. Qué tíos tan majos.

Si es que con personas tan maravillosas como las citadas y con situaciones como la descrita, es imposible levantarse estos días sin una sonrisa. Además, me caen bien los cochinos; hasta en el estómago. Me los como doblados con mi amigo Luismi y su mujer, que además me invitan. Hay datos en el ambiente que parecen indicar que los cerdos se reproducen últimamente como conejos. Da la impresión de que están en todos lados. Pero claro: tenemos la mejor de las defensas posibles. Nutritiva e higiénica. Comérnoslos.