El miliciano de Robert

Capa en Pedro Abad

A estas alturas del siglo XXI, muy pocas serán las personas que no conozcan la foto del miliciano muriendo, retratado por Robert Capa en 1936.

Hace unos días leí en prensa un interesante artículo sobre un documental que se rueda en Obejo y Cerro Muriano referente al tema.

Descubierta la personalidad y procedencia del hombre, parece ser que era de Alcoy. En los momentos históricos que vivimos, estamos saciados de oír y leer la heroicidad (que no pongo en duda) de estos hombres. Que defendían al gobierno legítimo de la República española, es cierto.

Sin embargo, como cronista oficial de Pedro Abad, no puedo pasar por alto algo terrible que une a mi pueblo con esta foto.

Coincidiendo con las fechas anteriores a la toma de la instantánea, la columna de Alcoy apareció en Pedro Abad. Eran alrededor de cien hombres. Su mayor hazaña fue la destrucción de la imagen del santísimo Cristo de los Desamparados, la cual se veneraba con fervor por ser origen del pueblo. A la vez, se realizó un terrible saqueo, de imágenes, enseres y documentos, dando al traste con la memoria histórica, religiosa y sentimental de todo un pueblo.

Este hecho trajo como consecuencia el asesinato del capellán del santuario, don Antonio Pérez Vacas, sacerdote anciano y hoy en proceso de beatificación. Aquel hombre había sido desde su primera juventud uno de los mayores benefactores para las gentes de Pedro Abad, el pueblo que le vio nacer.

¡Así paga España a sus grandes hombres! Me agrada saber que el magnífico fotógrafo que fue Robert Capa estuviese en Pedro Abad.

Pero a la vez, me decepciona que se hiciese famoso falseando la historia.

Aún hoy se duda si la foto es verdadera. Y puestos a fotografiar, podía también haber retratado el horror de Pedro Abad.

Y no me repliquen diciendo que los otros también mataron. Esto ya lo sé. Y forma también parte de nuestra historia cercana.

Como los hechos que aquí he contado y el lamentable recuerdo, que aún pervive, que dejó en Pedro Abad la columna de Alcoy.

ROSARIO GONZALEZ PUENTES

CRONISTA OFICIAL DE

PEDRO ABAD

A la Gerencia de Urbanismo

El día 4 de agosto las comunidades de vecinos de la avenida Blas Infante número 2 y avenida Virgen de Fátima número 2 procedieron al cerramiento de una explanada destinada al párking y del acerado que circunda la misma con una valla metálica de dos metros de altura (normalmente se utiliza en terrenos rústicos), cortando de este modo un acceso secundario a los bloques núm. 4-6 y 8 de la avenida Blas Infante.

Desde dicha fecha se presentó en la Gerencia de Urbanismo más de un centenar de escritos-denuncias de vecinos que vemos atónitos cómo se ha cometido dicha atrocidad, sin haberse observado ninguna actuación por parte de la Gerencia de Urbanismo. Tras esto me pongo a reflexionar en voz alta y le hago a la Gerencia las siguientes preguntas:

¿Cómo es posible que unos cuantos ciudadanos procedan, aprovechando un domingo del mes de agosto, por su cuenta y riesgo acometer dicha barbaridad, sin proyecto, careciendo de autorización o licencia, no teniendo en cuenta la normativa sobre seguridad, en definitiva, saltándose a la torera las ordenanzas municipales establecidas, sin que Gerencia haya adoptado ningún tipo de medida?

¿Cómo es posible que, para un uso particular, se permita el levantamiento de una alambrada de dos metros de altura dentro de nuestra ciudad, que constituya el perímetro de un estacionamiento de vehículos, degradando gravemente nuestro entorno, rompiendo la estética de los edificios colindantes y del barrio, sin que desde la Gerencia se haya adoptado ninguna medida?. Esto me lleva a reflexionar: ¿Habrán modificado el PGOU legalizando una parcela de la barriada de Fátima?, ¿o quizás sea ésta la idea que el Ayuntamiento quiere dar de nuestra ciudad?", dentro de la operación "Córdoba se ve".

¿Cómo es posible esa tardanza en la adopción de medidas que permitan la reparación del daño causado, retirar o, en su caso, sustituir o modificar dicha alambrada, según las ordenanzas recojan, de forma que no rompa el entorno y concuerde con el mismo?.

FRANCISCO RUIZ RAMIREZ

Adiós a un platero

Hace ya dos meses que se fue Manín, Manuel Aguayo Milla. Sirvan estas breves líneas para recordarle con una de sus grandes pasiones: la platería.

Platero de profesión y artista de los que que quedan muy pocos, para ti la platería no tenía secretos, todo lo que tocabas lo convertías en arte. Platero de Córdoba, de familia de plateros, con unas manos únicas. Contigo también se ha ido parte de esa bonita profesión. Recuerdo que una de tus últimas salidas fue a la exposición de Joyacor, en la que con orgullo mostrabas algunos de tus excelentes diseños. Sólo espero que ahora que tu enfermedad no importa y tienes más tiempo libre, le hagas un precioso broche a la Virgen, de esos de los que tú sólo sabes hacer. Hasta siempre hermano.

LEO AGUAYO MILLA