Que el Atlético de Madrid tenga un feliz final de centenario va a depender, en buena medida, de que un cordobés, Antonio Muñoz Gómez Toni , afine en los próximos fichajes colchoneros y mantenga el pulso firme en las renovaciones. Toni, una "excelente persona", como coinciden quienes le conocen, que vino al mundo en el cordobés barrio de El Naranjo el 4 de febrero de 1968, va a ser las próximas cuatro temporadas el director deportivo del club que preside Jesús Gil, un añadido más a su difícil reto.

Toni siempre dijo que volvería a Córdoba para despedirse de blanquiverde como jugador en activo cuando en 1988 se enroló para la causa rojiblanca, en las filas de su filial. Sin embargo, este elegante futbolista zurdo, al que su mentor, Abelardo Sánchez Vera, ha calificado como "un delantero que bajaba a defender", ha pasado de los terrenos de juego a los despachos sin salir del Vicente Calderón, el campo que defendió durante doce temporadas, diez de ellas en Primera División. A pesar de haber vestido en diez ocasiones la camiseta de la selección española, de alzar un título de Liga y tres copas del Rey y de ser el futbolista cordobés con mejor ficha de toda la historia (Gil le amplió contrato por cinco temporadas a cambio de mil millones de pesetas) Toni nunca ha perdido la referencia del barrio de El Naranjo. Lleva la humildad con orgullo.