OLIENDO A BREA

"Oliendo a brea, oliendo a brea, al arrullo del agua se balancea" (como en la romanza de La Tabernera del Puerto ), la autoridad competente/incompetente ante el drama económico y humano que está viviendo Galicia. La fiscalía del pueblo exige dimisiones mientras el presidente del Gobierno daba la cara, al fin, frente a un periodista que debería sentir rubor de serlo. Flagrante imprevisión u omisión de auxilio ante un problema que traerá cola, son los cargos que presentan los ciudadanos gallegos y los de todo el país a la autoridad competente/incompetente. Y "lo que faltaba para el duro", como reza el dicho popular: el eminente comisario Fischler (de tan grato recuerdo en nuestra tierra) propone subvencionar los daños causados a pescadores y mariscadores gallegos con los fondos europeos destinados a la reconversión de la flota pesquera en Andalucía y en el resto de España. Quitarle a un pobre para darlo a otro. Así son de inteligentes y eficaces los dirigentes políticos.

Hacen falta 60.000 millones de euros. La misma cantidad que les regalaron a las compañías eléctricas no sabemos para qué. La autoridad competente/incompetente no está por esta solución. Ofrece subvenciones, nos exige solidaridad económica al resto de la ciudadanía. Solidaridad no faltará. Una campaña periodística promueve que compremos en las grandes superficies una lata del fuel extraído en las costas gallegas. Es una idea plausible. Lastimosamente plausible, pues aunque cada ciudadano comprara una lata al precio de un euro no bastaría para solucionar el problema económico. Los gallegos no quieren limosnas de los que no son, en absoluto, responsables del desaguisado del petrolero. Además, sería demagógico parapetarse tras la solidaridad ciudadana ante un problema que lo que exige es una acción de gobierno. Si lo hay, porque de un tiempo a esta parte, entre sucesiones por venir y enredos mediáticos, nadie parece estar al mando. No basta salir tardíamente en la televisión oficial con "botafumeiros" de promesas y tardíos actos de contricción ante un complaciente director de informativos y decir que hay que coger la pala, cuando lo que hay que coger es el timón de la nave. Recuerde el gran timonel (¿que nos gobierna?) actitudes políticas como la del canciller Schroeder, metido en el fango de las inundaciones alemanas del pasado verano. Por fin el gran timonel ha visitado Galicia en un viaje a ninguna parte. No se ha enfangado en el chapapote. Debería haberlo hecho por obligación moral y sentido de Estado. Habría estado bien que "oliendo a brea", se hubiera balanceado hacia la opinión pública con medidas de gobierno que no fueran las de imponer una solidaridad económica con Galicia a costa del bolsillo de los gobernados.

Ese es el fácil recurso que rechazan los gallegos. Por dignidad y sentido común. Como exigen que se tomen medidas contra ese contrabando que ellos llaman el "chollo de fume" de algunos comerciantes del petróleo. Se han producido seis mareas negras en los últimos treinta años. Casi a diario recorren nuestros litorales enormes buques petroleros con bandera de conveniencia. Dicen que es un mercado atípico que tiene los mismos componentes logísticos que el del contrabando del tabaco. No sé gran cosa de estas cuestiones. De lo que sí tengo certeza es de que nos engañan. Bajo impecables trajes de Armani se ocultan responsables de tragedias como las del "Erika", del "Mar Egeo", del "Prestige". Tengo un amigo del Campo de la Verdad, capitán de la Marina Mercante, que me cuenta estas cosas. Por estos días mi amigo Alvaro estará indignado. Me habló una vez del súbito enriquecimiento de ciertos patronos que, tras la caída del Muro de Berlín, han edificado sólidas fortunas al amor de la brea. Son personas de altísimo nivel, tratados con consideración servil por los políticos.

Resulta curioso que la Unión Europea no haya extremado su celo contra estos nuevos piratas.

En este caso, como en otros, la autoridad competente/incompetente "al arrullo del agua se balancea", como en la romanza, que, por cierto, comienza así : "Dichoso aquél que tiene su casa a flote".