La primera jornada atlética iba a disipar la duda de quien sucedería al imbatible británico Mo Farah, campeón olímpico sucesivo de Londres y Río en la prueba más larga en pista y célebre por su incontestable final. Un nombre sonaba por encima de todos, el del ugandés Joshua Cheptegei, plusmarquista mundial de 5.000 y 10.000. Su rendimiento era un misterio tras una temporada discreta, superado entre otros por el español Mo Katir en la reunión de Florencia, cuando este consiguió la plusmarca española en 5.000.

La final de 10.000 de los Juegos de Tokio resultó ser una encerrona para el ugandés, que sacrificó a su compañero Kissa lanzando la carrera. La estrategia no surgió efecto y el escurridizo Selemon Barega se llevó el oro en la última vuelta, a lo Mo Farah. Ni Cheptegei ni Kiplimo pudieron hacer nada pese a su desesperado sprint final por dar caza al etíope, un corredor de 3.32 en 1.500.

Los trabajos de Hassan

El inédito maratón de pruebas que pretende disputar Sifan Hassan comenzó este viernes, clasificándose con una facilidad pasmosa para la final de 5.000 del próximo lunes...que disputará habiendo corrido 12 horas antes la primera eliminatoria de 1.500. La holandesa también está inscrita en el 10.000, cuya final es directa y se celebra el próximo sábado tras, supuestamente, haber disputado la final de 1.500 el viernes.

La nueva aventura atlética de la menor etíope no acompañada y refugiada en Eindhoven en 2008 y nacionalizada en 2013, no tiene precedente. Sus cuatro plusmarcas mundiales y el hecho de haber logrado los títulos de 1.500 y 10.000 en el Mundial de Doha, una combinación inédita también, otorgan credibilidad a un desafío condicionado por el calor y la humedad en la bahía de Tokio.

En la segunda semifinal de 5.000, Francine Niyonsaba fue descalificada por pisar el exterior de la cuerda. La burundesa padece hiperandrogenismo, como la surafricana Caster Semenya. Nunguna de las dos estaba dispuesta a seguir el tratamiento propuesto por la Federación internacional para rebajar su carga hormonal de testosterona y poder participar en los 800 metros, su distancia natural. Semenya ha emprendido una guerra judicial que va perdiendo y no está en Tokio. Niyonsabo resolvió subir de distancia hasta el 5.000 para evitar la censura química, pero su zancada en falso la deja fuera y de paso evitará más de un dolor de cabeza en la zona VIP del estadio. En la misma carrera eliminatoria, la española Lucía Rodriguez no pasó a la final pero logró un nuevo registro (15.26.19) que mejora el anterior en más de 7 segundos.

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