La derrota del boxeador español Enmanuel Reyes ante el cubano Julio La Cruz en cuartos de final del torneo de los Juegos Olímpicos ha estado marcada por la polémica, tanto por el arbitraje como por el barniz político que quiso darle el vencedor tras la decisión final de los jueces.

A ojos de muchos expertos y aficionados, el español, nacido en Cuba y fruto de la prestigiosa escuela de boxeo de la nación caribeña, hizo méritos suficientes para llevarse el combate, pero los árbitros optaron por conceder la victoria al cubano. "Me siento ganador, esto se lo han llevado al terreno político. Hemos trabajado cinco años para esto y que vengan a hacer esto a estas alturas... Hemos trabajado bien y lo dimos todo. Hay que seguir hacia delante y pensar en París", decía Reyes.

Nada más concluir el combate, La Cruz saludó al 'staff' cubano presente en la grada con el grito "Patria o vida no. Patria o muerte, venceremos". 'Patria y vida' es el grito empleado por los opositores en las recientes protestas en la isla, mientras que 'Patria o muerte, venceremos' es el lema histórico del régimen castrista. En Cuba el régimen tacha de traidores a quienes emigran en busca de oportunidades.

El español Reyes, a la derecha, tuvo una gran actuación en los Juegos pese a la derrota en cuartos. EFE

Reyes, fruto de la escuela cubana de boxeo, abandonó la isla quejoso por la falta de oportunidades en el equipo nacional en el que, según cree, lo minimizaron. Nacido en La Habana en 1992, Reyes comenzó en el boxeo para defenderse del bullying en la escuela primaria; pronto se percató de poseer una mano derecha prohibida y con ella se abrió camino y llegó al equipo nacional de Cuba.

Cansado porque, según su opinión, lo valoraron poco, emigró y luego de sufrir soledad en varios países, fue a parar a España, el país que representó en Tokio con dos convincentes demostraciones que lo colocaron en las Grandes Ligas del boxeo olímpico.

Reyes fue calificado de poco humilde por anunciar que iba a arrancarle la cabeza a los rivales. Es una frase común en los púgiles de las divisiones grandes del pugilismo y en todo caso muestra la frustración de quien ha tenido que crecer en la vida con obstáculos de mucho grado de dificultad.

Emigró a Rusia, un país al que los cubanos pueden llegar sin visa, y luego recorrió varias naciones de Europa hasta llegar a la casa de un tío en A Coruña y ser cobijado en España, el país donde por primera vez sintió ser considerado como un hombre de bien.

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