José Quiles es un hombre valiente. Tiene mentalidad de ganador así que piensa que en Tokio puede hacer algo grande. No se amilana ante nada y si viaja a la otra parte del mundo con unos Juegos Olímpicos de por medio es para colgarse una medalla de oro. Es a lo que aspira y lo dice completamente convencido.

Será su debut olímpico y reconoce que se ha puesto expectativas altas: “Un poco sí, pero ahora mismo me encuentro en mi mejor forma deportiva para llegar a Tokio yo voy a por todo. Llego mejor que nunca a nivel físico y mental”.

Para conseguir cumplir su sueño tiene claras cuáles serán las claves en la competición olímpica de boxeo y con qué mentalidad hay que viajar a Tokio: “Sobre todo hay que llegar en la mejor forma posible de tu carrera y, concretamente en boxeo, intentar llegar bien de peso porque esto es algo muy, muy importante. Otra clave es estar centrado en que lo puedes conseguir. Si vas con la mentalidad de que voy a participar vas muy mal, tienes que decir: voy para ganar”. 

Conseguir la plaza olímpica no ha sido nada fácil para José Quiles: “Ha sido muy complicado, muy difícil por tema de lesiones, problemas familiares… de cara al clasificatorio, pero lo pudimos sacar adelante y estoy muy contento”.

Uno de los alicientes que tendrá el boxeador eldense es que su compañero y amigo Gabriel Escobar también estará en los Juegos: “Con Gabi llevamos siete años trabajando juntos, lo hemos hablado mucho. Siempre ha sido un sueño para nosotros ir a unos Juegos y compartirlo con alguien como él es una motivación enorme”.

Un entrenador referencia

Y si quiere alicientes, el mejor lo tendrá en la esquina. Rafa Lozano, el seleccionador, ganó en su momento dos medallas olímpicas (plata en Sídney 00 y bronce en Atlanta 96). 

Es una inspiración enorme para mí. Es un apoyo bastante grande, ya que nos da muchos consejos, sobre todo que tengamos la máxima confianza en nosotros mismos y que nos mentalicemos de que podemos ganar a cualquiera”.

En Tokio ve a un José “cumpliendo un sueño” y pese a que su objetivo es el oro, asegura que “me conformaría con una medalla. Con ella no me quejaría”. El púgil tiene muy claro que su sueño “es ganar unos Juegos Olímpicos, así que hasta que esto no ocurra, el profesionalismo todavía lo veo lejos”.

Pese a que reconoce que el boxeo olímpico y el profesional “son como deportes diferentes”, admite que “me gustaría probar lo que es el vendaje duro y el guante pequeño para saber qué se siente al boxear en profesional, pero ahora mismo no me llama para nada la atención”. Mandan los Juegos.