Las historias de nazis suelen funcionar bien en Netflix, así que Ramón Campos y Gema R. Neira (directivos de Bambú, la productora detrás de títulos como 'Velvet', 'Fariña', 'El corredor de la muerte' y 'Las chicas del cable') decidieron buscar alguna trama relacionada con el Tercer Reich para plantearle a la plataforma. Recabando información para su nuevo proyecto, descubrieron que hubo muchos españoles encerrados en campos de concentración que, cuando fueron liberados al finalizar la segunda guerra mundial, se convirtieron en apátridas porque el franquismo no se interesó por ellos. Ese hilo les sirvió para desarrollar 'Jaguar', serie que llega este miércoles 22 de septiembre al gigante del 'streaming' y en la que Blanca Suárez ejerce de cazanazis.

"Todos los países fueron a buscar a sus compatriotas a los campos de concentración, salvo España, que los abandonó a su suerte. A partir de ahí nos imaginamos cómo habría sido la vida de esa gente y qué habrían hecho si descubrieran que uno de los nazis que tuvo que ver con su presidio entraba en España", explica Campos sobre esta serie ambientada en la España de los años 60 que combina drama y acción y en la que la protagonista de 'Las chicas del cable' vive traumatizada por su pasado.

¿Venganza o justicia?

"El motor que mueve a Isabel es la venganza", afirma Suárez sobre su personaje, una mujer que siendo niña vió cómo mataban a su padre en Mauthausen, la separaban de su hermano y que se libró de la muerte sirviendo como criada en casa del comandante del campo. Desde su liberación, su obsesión será ajustar cuentas con el hombre que le arruinó la vida (Stefan Weinert), a quien tiene en el punto de mira hasta que un singular grupo de supervivientes del holocausto se cruce en su camino para reclutarla y hacerle ver que puede redimirse de otra manera. "Hacen que comprenda que no está sola, que hay más gente que entiende su dolor porque ha vivido lo mismo que ella y que la justicia es un camino mejor que la venganza", señala la actriz, que se enfrenta a un papel cargado de acción, con peleas, persecuciones, disparos y hasta explosiones de por medio.

El singular equipo de cazanazis lo completan otras víctimas del Tercer Reich como Marsé (Francesc Garrido), un sacerdote que perdió la fe durante su duro encarcelamiento; Castro (Óscar Casas), hijo de un preso en Buchenwald; Sordo (Adrián Lastra), que es mudo, y Lucena (Iván Marcos), su enigmático líder. "A lo largo de la serie se van soltando pequeñas píldoras sobre mi personaje, sobre quién es el hombre detrás de la máscara", explica el actor que capitanea al grupo. "Pero una de las características principales de Lucena es que usa la introspección para distanciarse de todos los sufrimientos que ha vivido y pasar por encima de sus propias emociones para entregarse completamente a la meta de llevar a los nazis ante la justicia", agrega.

El Doctor Muerte de Mauthausen

La primera misión del equipo junto a Isabel será interceptar a Aribert Heim (Jochen Horst) a su paso por España, un personaje real conocido como Doctor Muerte por sus temibles experimentos con los presos de Mauthausen y del que se perdió la pista tras la caída de Hitler. "Se sabe que huyó de Alemania, pero no cómo terminó su vida. Hay quien dice que algunos expresidiarios le dieron caza y le asesinaron, una historia en la que nosotros nos inspiramos", comenta Campos.

No es el único elemento con base histórica que aparece en 'Jaguar'. "El contexto y otros personajes que aparecen lo son. Los únicos que no son reales son nuestros protagonistas", asegura Neira. "Pero están inspirados en historias reales de presos de los campos de concentración", puntualiza Campos.

Respeto a las víctimas

"Hemos visto muchas entrevistas de gente que estuvo allí y las características de cada uno de nuestros personajes, sus heridas, sus cicatrices y las manías que les quedaron están inspiradas en ellos", añade. "Teníamos claro que debíamos tener un respeto reverencial a las víctimas del holocausto y que no íbamos a hacer ficción sobre él. Por eso no recreamos nada que no haya pasado allí", incide el productor, distanciándose de otra ficción como 'Hunters', la serie de Amazon Prime Video en la que Al Pacino ejercía también como cazanazis. "Desde que estábamos preparando 'Jaguar' y salió el anuncio de 'Hunters' fuimos conscientes de que íbamos a vivir con esa comparación, pero las series no tienen nada que ver. Ni el contexto, ni la narración, ni la forma en la que hablamos del holocausto", puntualiza.

Esa convicción de que 'Jaguar', aunque narrara una historia inventada, tenía que tener mucha verdad detrás les obligó a que la protagonista no estuviera recluida en Mauthausen, donde no había mujeres, sino en la casa del comandante del campo. Según Campos, eso les proporcionaba, además, "una visión distinta del holocausto, desde fuera, desde la mirada de una niña que se está imaginando lo que está sucediendo allí dentro pero no lo ve". Una mirada que puede alargarse mucho más allá de los seis capítulos de esta primera temporada. "Hay una parte de la historia que se cierra en esta tanda de episodios, pero la serie tiene vocación de continuidad", corrobora Neira.