Adiós a la boda: esta es la razón por la que Enrique Ponce y Ana Soria no se casan

Enrique Ponce acaba de convertirse en portada de toda la prensa del corazón tras haber emprendido su esperado viaje a América Latina, marcando el inicio de su gira de despedida como torero, un recorrido que lo llevará a las principales plazas de Perú, Colombia y México. Este periplo, que simboliza el cierre de una carrera taurina de más de tres décadas, lo hace en solitario, sin la compañía de Ana Soria y es que según las referencias a fuentes cercanas, la joven estudiante de Derecho se ha quedado en España.

A raíz de esto ha salido a colación La boda entre Enrique Ponce y Ana Soria, anunciada para la primavera de 2025 y que era uno de los eventos más esperados del próximo año ya que desde que oficializaron su relación en 2020, la pareja ha sido objeto de gran interés mediático, tanto por su historia de amor como por la notable diferencia de edad entre ellos.

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Desde la revista Mujer Hoy apuntan a que la esperada unión matrimonial podría no celebrarse en la fecha prevista, ya que los dos habrían decidido posponerla.

El motivo por el que Enrique y Ana habrían dicho "adiós" al compromiso matrimonial por ahora no tiene que ver con una crisis sentimental, sino con su decisión de priorizar un proyecto empresarial que se ha convertido en el eje de su vida en común. La pareja, que recientemente constituyó la sociedad inmobiliaria Kranevitt'e 22 SL, está totalmente enfocada en consolidar su futuro económico a través de la promoción, construcción, y alquiler de propiedades.

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Según el Registro Mercantil, esta sociedad incluye actividades como la compraventa de fincas y el arrendamiento de bienes inmuebles. Ana Soria, pese a ser todavía estudiante, figura como administradora solidaria junto a Ponce, lo que refleja la igualdad con la que toman decisiones económicas. La pareja ya ha realizado importantes inversiones, como la construcción de su nuevo chalet en Almería, una lujosa propiedad de 800 metros cuadrados que será su hogar y un ejemplo del éxito de su emprendimiento conjunto.

El enfoque en su sociedad inmobiliaria y la ambición por expandir su catálogo de propiedades han desplazado temporalmente los planes de boda y maternidad. Fuentes cercanas indican que ambos están plenamente dedicados a gestionar las inversiones que Ponce realizó tras la venta de La Cetrina, su emblemática finca jienense, y a diversificar su portafolio inmobiliario, que incluye locales comerciales y nuevas adquisiciones.