Patricia Conde continúa su experiencia por las cocinas de la séptima edición de 'Masterchef Celebrity'. Después de la expulsión de Emmanuel Esparza, la cómica sigue adelante en esta competición culinaria convertida en una de las protagonistas de los momentazos más divertidos de la primera gala en la que hizo gala su humor.

Después de que le diagnosticaron celiaquía a los 19 años, la actriz y presentadora de programas como 'El informal', 'Sé lo que hicistéis...', 'Wifi Leak' y 'Nadie al volante', entre otros, afirma que le encanta cocinar para sus familiares y amigos, disfrutando mucho con la comida. YOTELE habla con Patricia Conde sobre su experiencia en la séptima edición de 'Masterchef Celebrity' en TVE.

-¿Ha sido duro? ¿Has llorado?

-Creo que en todas las ediciones de 'MasterChef', tanto Celebrity, anónimos, junior y abuelos, todos lloran al final o al principio.

-¿Pero has llegado al punto de pensar abandonar?

-Se te pasa siempre por la cabeza. Es duro, sobre todo, porque el cliente final es el espectador. Entonces, no puedes hacer mucho más que escuchar el veredicto de lo que he hecho bajo mi corta experiencia como chef. No puedo hacer un plato de una estrella Michelín, y probablemente nunca lo haré en toda mi vida. Podré hacer algo parecido, pero nunca va a llegar a ser algo tan espectacular. Y te hacen sentir mal pensando que a lo mejor sí podrías hacerlo. Y cuando no duermes, y estás de cara al público sin dormir porque no has podido conciliar el sueño porque tienes una prueba que no sabes por dónde va a ir, las herramientas que vas a tener, ni si te lo vas a pasar bien; no duermes en toda la noche. Porque, además, estás agotado mentalmente, y al no dormir estás en plan '¿Qué pasa aquí?, '¿Dónde me he metido?', '¿Qué es esto?'. Te estresas y se te junta todo.

-¿Fue difícil tomar la decisión de concursar en 'Masterchef'?

-A mí me costó porque no conocía el formato. Siempre he hecho proyectos en los que ha intervenido la magia de un guion muy bien elaborado. Siempre he sido intérprete, no presentadora. Ana Rosa Quintana es presentadora, pero yo no. Siempre hemos hecho un guion fantástico y maravilloso con varios sketches con parodias y gags. Hemos hecho la magia de la comedia. Cuando te sueltan en un reality en el que juegas con tus propios sentimientos, y en el que no sabes por dónde vas a salir en esos momentos que van a ser complicados, me costó mucho. Yo soy muy sensible. La gente me dice: 'Tú eres como la de 'Sé lo que hicisteis''. No, perdona, 'Sé lo que hicisteis' lleva un guion, y yo jamás pegaría a un compañero (risas). Tampoco tendría un mero de mascota.

-¿Te ayudó alguien a decidirte?

-Al final, Miki Nadal sí que me animó, pero en plan 'Sí, sí. Ve, ve' (risas).

-¿Con qué nivel de cocina llegaste a 'MasterChef'?

-Yo soy celiaca, así que hace muchos años que tuve que ponerme las pilas si quería sobrevivir. Entonces, empecé a cocinar y me especialicé en la repostería. Algo sí que se puede ver en el programa que se me dan bien los postres, pero tampoco voy a tener muy buen nivel. A mí me gustaría tener buen nivel para alimentar a mi familia como he estado haciendo hasta ahora, para cuando vengan mis amigos a casa y ofrecerles una comida en condiciones. Me hace muchísima ilusión sorprender a mis padres. Que venga mi padre y que, de repente, pruebe un arroz de sepia con carabineros, y verle la cara a ese hombre que habla tan poco, ver el reflejo en su cara de: '¿Esto lo ha hecho mi hija?'. Pues eso para mí es una satisfacción tremenda.

Gracias a que nos hemos puesto las pilas y nos hemos buscado un chef o una escuela de cocina, pues al final nos gusta cada vez más. Si que es verdad que cuando acaba el programa no quieres tocar una sartén en un par de meses por lo menos, pero cuando estás ahí lo quieres hacer bien y lo das todo. Sobre todo, por ti mismo, para demostrarme que lo puedo hacer bien. Además, el programa sí que te lo exige, porque hay que dar show, pero también hay que saber cocinar.

-¿Sentiste en algún momento que los jueces pulsaban teclas sensibles para exprimir esa faceta?

-Claro. Cuando más o menos supe que iba a decir que iba a entrar, me hice una maratón de la última temporada de 'Masterchef', y solo vi algunas partes en la que aparece Miki para saber dónde me iba a meter. No había indagado en esos mundos del reality. Era mi primera vez. Siempre lo digo en las entrevistas. Soy vulnerable, tímida. No soy una persona que muchas muestre mis papeles. Siempre muestro a una mujer que dista mucho de la realidad. Si me dicen: '¡Has hecho esto mal!', yo me acojono y no me pongo a discutir con esa persona, y a lo mejor me pongo a llorar, porque soy sensible.

-Antes has mencionado Miki Nadal, ¿le has pedido consejo?

-Me dijo que no me podía decirme nada, que hay que vivirlo. Me dijo que tenía que ir para comprobarlo y que me cogiera un chef para estar ahí y ver por dónde respira el tema, porque cada uno tiene su historia y cada uno es como es. Todo depende de su energía, de sus valores y principios. Para cada uno de nosotros, cada una de las ediciones, es una historia completamente diferente.

-¿Quién te ha sorprendido más de tus compañeros? ¡Queremos salseo!

-Y MasterChef( también quería salseo... Todos queréis salseo El casting mola porque no conocía a Pepe y Edu, que son una maravilla. No conocía a Fer, ni a Emma, Isa, Nico, Xavier, Daniela, María... No es fácil entrar en un grupo en el que no conoces a nadie. Yo no suelo prejuzgar ni esperar nada de las personas porque no me gusta que lo hagan conmigo, pero un día surgió la magia y nos vimos todos en un autocar yendo a una prueba de exteriores, y nos pusimos a hablar todos con todos. Y me dije: 'Pinta bien'.( también quería salseo... Todos queréis salseo 

Yo tampoco soy de prejuzgar ni esperar nada de las personas porque no me gusta que lo hagan conmigo. De repente, un día surgió la magia y nos vimos todos en un autocar yendo a una prueba de exteriores. Nos pusimos a hablar todos con todos y me dije 'Pinta bien'.

-¿Tenéis grupo de WhatsApp?

-Sí, y se llama 'Supervivientes' (risas). Estamos todos dentro.