‘Secret Story: cuenta atrás’ mostró durante la noche del martes la entrada en la casa de Miguel Frigenti, Adara Molinero y Lucía Pariente, los tres candidatos a la repesca que culminará en la gala de mañana jueves. Los tres protagonizaron reencuentros muy tensos con algunos de sus compañeros, entre los que se encontraban Cristina Porta y Luca Onestini.

 

Pero además, a lo largo de la noche, Carlos Sobera se vio obligado a aclarar una información que estaba circulando en redes sociales sobre la periodista deportiva y el hermano de Gianmarco. Algunos espectadores les habían acusado de intercambiarse mensajes a través de los móviles que tienen dentro de la casa, algo que está terminantemente prohibido.

 

Sin embargo, todo se trataba de una invención sin ningún fundamento, según aclaró el presentador: "Esto es absolutamente falso". El presentador desmintió que los protagonistas de la 'carpeta' por excelencia de la edición hayan encontrado una manera de comunicarse a escondidas, ya que están controlados en todo momento.

 

"En las pruebas y en las fiestas les damos móviles para que se hagan fotos y poder subirlas a las redes sociales, pero están monitorizados y bajo vigilancia continua", afirmó Sobera. Ante las dudas, según explicó, la organización les retiró los dispositivos para revisarlos: "Por aquello de que igual nos la habían colado".

 

No obstante, insistió en que ni Cristina ni Luca habían roto las normas del reality show. "Podemos confirmar que el bulo es eso. Un bulo", zanjó antes de continuar con el programa.

 

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