Mercedes Milá asegura que no suele tener nostalgia por el pasado. "Casi nunca recurro a él. No me trae felicidad. ¿Sabes lo que sí me la trae? Las fotos que hacía mi padre, que no me cansaré de mirarlas. Será por eso que me gusta tanto Instagram", reflexiona. Ni siquiera conserva en casa las entrevistas de míticos programas que presentó hace décadas como 'Dos por dos', 'Buenas noches', 'Jueves a jueves' o 'Queremos saber', sino que se las cedió a una amiga, que las tiene guardadas a buen recaudo. Pero para preparar 'Milá vs. Milá', su nuevo proyecto que llega al canal #0 de Movistar+ este miércoles 13 de octubre (22.00 horas), ha tenido que echar la vista atrás y recuperar algunas de las conversaciones que mantuvo en los años 70, 80 o 90 con personajes conocidos para preparar una nueva charla con ellos y ver cómo han evolucionado desde entonces.

"La idea era coger las entrevistas antiguas y trasladarlas a la actualidad y, si esa persona vive y está dispuesta a sentarse otra vez con su entrevista de hace años, hacerla hoy", explica la periodista catalana, que se adelantó a los fenómenos virales con grandes 'hits' como cuando Camilo José Cela le reveló su habilidad absorbiendo agua de una palangana por vía anal o el momentazo 'Yo he venido a hablar de mi libro' de Francisco Umbral. "Le tendré que agradecer toda la vida que los chavales jóvenes me conozcan gracias a él. Me lo hizo pasar muy mal ese día, pero resulta que me hizo un favor", reconoce, ya recuperada del susto de hace unos días, al caerse de la bici y golpearse la cabeza. "Me han quitado los puntos y la herida está muy bien. Está superado", tranquiliza a la audiencia.

De García a Serrat y Massiel

En sus nuevas entrevistas con José María GarcíaMassielManuela CarmenaLola HerreraRamoncín y Joan Manuel Serrat no solo se nota el lógico cambio físico de los invitados con el paso del tiempo al contraponer las imágenes antiguas con las actuales, sino que la actitud de algunos es hoy totalmente distinta a la de ayer. Como la del que fuera líder de la radio radiofónica durante décadas, al que Milá confiesa que tiene mucho cariño. "Ahora le vemos en son de paz, no sé si por sus nietos, o porque para él fue muy duro dejar de trabajar en el año 2002 y tener un cáncer en el 2005", valora la presentadora, que se muestra tan desenvuelta ante la cámara como nos tiene acostumbrados, haciendo callar a sus invitados sin remordimientos o tirándose (literalmente) al suelo muerta de risa.

"Siempre he sido así. No hay nada calculado", se justifica la presentadora, que tan identificada se siente con el título 'Lo que me sale del bolo' con el que bautizó su blog y su libro. "Yo hago lo que me sale del bolo, pero relativamente, porque soy respetuosa. Lo que pasa es que si veo que algo puede distender el ambiente o romper un estado de nervios, lo hago: creo que tengo, si no me equivoco, un don para el espectáculo. Y una entrevista en televisión no es otra cosa que un espectáculo", considera.

El reto de Miguel Bosé

La periodista, que sigue defendiendo a capa y espada aquel 'experimento sociológico' que nos vendieron en el primer 'Gran hermano', asegura sentirse "muy orgullosa" de haber presentado aquel fenómeno televisivo. ¿No le da rabia entonces que la recuerden más por esa etapa que por sus entrevistas? "Para nada, porque creo que la gente tiene que recordar a las personas por lo que quiera. Nunca me quejaré, porque yo soy todo: entrevistadora, periodista de debates, presentadora de 'GH', viajante haciendo 'Scott y Milá' y ahora poniendo el pasado en el presente en un programa que, para mí, tiene mucha magia", recalca.

Al que se echa en falta en esta tanda de invitados de 'Milá vs. Milá' es a Miguel Bosé, cuya entrevista en 'Queremos saber' en 1992 para desmentir el bulo que aseguraba que el cantante había muerto de sida es otro de los grandes momentos televisivos de la periodista. "Él ha estado siempre en los programas que he hecho, así que sería precioso volver a tenerle", indica, aunque remarca que "ahora no está el horno para bollos". "Miguel se tiene que calmar un poco, encontrar su sitio y dejar de estar tan nervioso, pero yo nunca pierdo la esperanza", concluye.