Los actores de la aclamada serie política ‘El ala oeste de la Casa Blanca ('The West Wing') volverán a reunirse para apoyar la campaña de participación electoral de Michelle Obama, según anunció la plataforma HBO el pasado martes en un comunicado.

Martin Sheen, Rob Lowe y Allison Janney volverán a interpretar a los miembros de una Administración demócrata ficticia, en apoyo de la campaña 'When We All Vote'" (Cuando todos votamos), de cara a las elecciones presidenciales de noviembre.

El especial, que se emitirá el otoño, se rodará en un teatro de Los Ángeles y recreará el episodio titulado 'Hartsfield Landing', correspondiente a la tercera temporada, en el que personaje de Whitford propone un plan para ganar votantes en la ciudad de New Hampshire, donde las papeletas se cuentan inmediatamente y que siempre predice el ganador de las primarias en ese estado.

Serie de culto

Será la primera vez que el elenco original y el creador de la serie, Aaron Sorkin, se reúnan tras 17 años del fin de las emisiones."Tuvimos una experiencia tan única y maravillosa que no queremos volver y tener una versión menor", dijo Bradley Whitford, quien interpretó al subjefe de gabinete de la Casa Blanca, Josh Lyman, al programa 'Today Show' de la NBC.

"Esta ha sido la manera de volver a estar juntos y colaborar con la campaña que promueve la participación electoral”, declaró en referencia a 'When We All Vote', organización copresidida por Michelle Obama, primera dama entre 2009 y 2017, el actor Tom Hanks, que promueve incrementar la participación de los electores en las urnas.

El programa, que se emitió entre 1999 y 2006, obtuvo 26 premios Emmy, los máximos galardones de la televisión estadounidense, incluidos cuatro premios consecutivos al mejor drama. La serie mostraba el funcionamiento interno de la Casa Blanca, centrándose en las relaciones entre los funcionarios en un contexto de intrigas políticas en Washington, elecciones nacionales y tensiones geopolíticas.

'The West Wing', que evoca a la icónica Ala Oeste de la Casa Blanca, desde donde despacha el presidente estadounidense, tuvo un seguimiento casi de culto y cautivó a públicos de todo el mundo, pero la disminución de las audiencias y la muerte del actor John Spencer provocó su cancelación tras su séptima temporada.