HBO, una de las plataformas estrella de la cuarentena, lo avisaba hace unos días: si eres de los que prefiere ver las series dobladas, deberás cambiar de hábito o quedarte atrás en muchas tramas. «Debido a las circunstancias actuales del covid-19 en España, así como en el resto del mundo, HBO España ha parado las actividades de doblaje de sus series por al menos dos semanas», explicaba en un comunicado. Muchos episodios de estreno solo podrán verse en versión original con subtítulos; con la tercera temporada de Westworld o la miniserie de David Simon La conjura contra América, solo ha dado tiempo a doblar el primer capítulo.

El canal digital AXN avisó igualmente de que los nuevos episodios de Lincoln Rhyme: Cazando al coleccionista de huesos y Navy: Investigación Criminal solo podrían verse con subtítulos. Y ayer se pronunció al respecto Movistar+: «Dadas las circunstancias, los estudios de doblaje permanecerán cerrados con el fin de salvaguardar la seguridad de todos sus empleados», se lee en su comunicado. «Por este motivo, algunas de las series disponibles en Movistar+ pasarán a emitirse solo en VOSE [versión original subtitulada en español] hasta que la situación vuelva a la normalidad». Entre las series afectadas figuran algunas tan populares como Outlander, Better call Saul, Riverdale o The blacklist.

RAREZA / El doblaje, según se desprende de estas noticias, no es una primera necesidad y volverá cuando lo hagan el resto de comodidades cotidianas, algo que inquieta al gremio de los dobladores españoles. «Esencialmente porque no está claro cuándo será», nos cuenta César Capilla, actor de doblaje y actor a secas cuyo personaje fijo más popular debe ser Patricio Estrella, de Bob Esponja. «Yo tengo suerte porque tengo personajes asignados y sé que, al volver, tendré episodios acumulados. Para los compañeros que no hacen personajes con muchas tomas, esto significará perder ingresos de un mes y medio, si no más».

Aunque en España sea el pan de cada día, el doblaje es una práctica bastante minoritaria a nivel mundial. Es algo habitual en Italia, Alemania, Francia, Suiza, Austria, Hungría o la República Checa, pero en Portugal, Irlanda, Reino Unido, Países Bajos, Dinamarca, Noruega, Suecia, Finlandia y Estonia, se limita a la programación infantil.

En países del este como Rusia, Polonia o Ucrania se estila un modelo, cuanto menos, curioso: una voz autóctona lee la traducción por encima del original; y no solo en documentales, sino también en las series dramáticas. Más al oeste, en Estados Unidos, no están muy acostumbrados al doblaje, pero están optando por él para consumir series europeas de Netflix. Según datos de la plataforma, el 85% de los espectadores estadounidenses de La casa de papel ven la serie doblada al inglés.

FURGÓN DE COLA / El uso de subtítulos explicaría, en parte, por qué los países nórdicos lideran regularmente el ránking de países que mejor hablan inglés. Según el informe EF EPI 2019, España ocupa la 35ª posición en la clasificación, seguida por otro país adepto del doblaje, Italia.

En España, Italia y, por supuesto, Alemania, el doblaje está ligado al auge del fascismo. Era otra forma de tergiversar las visiones e ideas que no interesaran.