Sin solución de continuidad y cada vez más deprisa. Cuando aún hay canales de televisión que no emiten en alta definición (HD) y todavía estamos en la primera fase de la implantación de la ultra alta definición (UHD), también conocida como 4K, ya se está empezando a otear en el horizonte el 8K. Esta novísima tecnología, que se podría denominar superultra alta definición (SUHD), presenta una calidad y definición realmente espectaculares: la imagen se compone con 33 millones de píxeles, un número brutal, si se tiene en cuenta que multiplica por 16 la definición de la HD y cuadruplica la de la ya de por sí excelente visión del 4K.

Así, el 8K ya no es ciencia ficción, sino una realidad que, eso sí, aún tardará unos años en llegar a ser una opción comercial viable. La principal razón es que no hay producción en esta gran definición, ni tampoco una oferta suficiente de cámaras, equipos de edición y sistemas de transmisión y compresión testados para esta tecnología. Pero todo llegará.

De momento, los grandes del sector ya se están posicionando por lo que pueda venir. Así, el gigante de la electrónica de Corea del Sur, LG, presentó en el IFA del Berlín del 2018 (la gran feria mundial de la electrónica) el primer televisor OLED 8K del mundo.

Como era de esperar, su gran rival en el sector, Samsung, ha puesto a la venta este mismo año el primer televisor 8K. Su modelo QLED 8K se comercializa con medidas a la altura de su super ultra alta definición: de 65, 75 y 85 pulgadas. Es decir, 165 centímetros, 189 centímetros y 215,9 centímetros de diagonal! Pocas hogares convencionales pueden dar cabida a estas auténticas pantallas de cine.

Además de LG y Samsung, Sony y Sharp también se han sumado a la comercialización de una tecnología que, además de no estar implantada, es bastante cara: entre 5.000 y 15.000 euros, con modelos 'top' de hasta 70.000 euros.

Al margen del precio y de la falta de producciones y material tecnológico, el gran problema para el 8K es el sistema de emisión: la brutal cantidad de información que se transmite (70 megas por segundo) obliga a tal ancho de banda que hace inviable su recepción por ondas hertzianas (la tradicional TDT). Por ahora solo es posible a través de fibra óptica y vía satélite.

En cable, en España, ya se ha hecho una prueba que, claro está, ha pasado desapercibida. El pasado 23 de abril, Antena 3 grabó el debate a cuatro para las elecciones del 28-A en 8K. Un experimento pionero que solo tuvo salida a través de Vimeo (red social de internet) y que vieron aquellos pocos que tenían un televisor 8K.

El satélite, con unas posibilidades de ancho de banda muy superiores a la TDT, sí es por el momento la mejor opción, ya que además es la única que está ofreciendo 8K actualmente. La cadena pública japonesa NHK empezó las emisiones vía satélite en 8K, en abierto, el pasado mes de diciembre. La intención no es tanto animar a su población a pasarse a esta tecnología, como la de empezar a 'entrenarse' con vistas al gran objetivo de Japón: emitir sus Juegos Olímpicos de Tokio del próximo año en 8K. Sin duda, todo un bombazo tecnológico.

Si en Japón ya se están preparando para el futuro inmediato, en Europa también están en este carrera de la super ultra alta definición. El pasado mes de mayo, y por primera vez en Europa, una señal 8K se transmitió vía satélite a un televisor. Pero con una novedad: no se utilizó ningún receptor o decodificador externo.

Esta prueba se realizó en Luxemburgo durante el 'Industry Days', que organiza SES (el primer operador mundial de satélites). La emisión se realizó a través de un satélite Astra , la empresa Spin Digital se encargó de codificar las imágenes (con 7.680 x 4.320 píxeles a 50 'frames' por segundo y 70 Mbps) y Samsung proporcionó su televisor 8K Q950RB QLED (modelo que aún no se comercializa en Europa).

"Todavía faltan años para que las grandes pantallas planas de 8K se conviertan en algo habitual en nuestras salas de estar" reconoció en la presentación Thomas Wrede, vicepresidente de SES Video-. Sin embargo, estamos anticipando el futuro trabajando con nuestros socios de la industria para mejorar aún más la experiencia de vídeo del consumidor y para definir un estándar de radiodifusión por satélite 8K".

En la misma línea que Wrede está Luis Sahún, director general de Astra Marketing Ibérica, para quien la implantación del 8K "aún está verde". "El gran problema es la compresión de la señal para que sea viable, ya que cuadruplica la cantidad de información del 4K -explica el directivo-. Las pruebas realizadas en Luxemburgo demuestran que vamos por el buen camino, pero aún falta y, aunque ni siquiera hay previsiones fiables, el cálculo es que el 8K no estará lista para ser comercialmente viable hasta el 2022 o el 2025".

Sahún sí considera viable que se emita en 8K en los JJOO de Tokio en el 2020. "Una cosa es emitir y otra comercializar -precisa-. No hay programas, no hay sistemas de grabación y emisión, no hay una compresión suficiente... Sí han empezado a aparecer televisores, pero más como argumento comercial que opción real, porque no se puede ver nada en 8K. Tiene un futuro viable, seguro, pero aún se tiene que desarrollar", considera el director general de Astra, para quien el satélite es una de las teconolgías más idóneas para la emisión de la super ultra alta definición.