Formada en La Habana, la actriz cubana Danay García llegó a EEUU en el 2003. Ha trabajado en series como Prison Break y Fear the walking dead, exitosa producción de terror de la cadena AMC, cuya cuarta temporada se estrena en España mañana lunes, 27 de agosto.

-¿Cómo llega una actriz cubana a ‘Fear the walking dead’?

-Bueno, esto no pasa de un día para otro, sino que es un trabajo de años y años, de perfeccionar todos los ángulos de la interpretación… Creo que el encuentro de Fear… es, ante todo, porque tengo una base importante y sólida de preparación teatral, que traje de Cuba. Allí aprendí a tener una visión y un estilo de trabajar para contar una historia. El teatro te da una forma de interpretar muy cruda, muy real, ya que trabajas sin red: ante el público y en directo. Y la forma de trabajar que se me pide en Fear… es similar a como yo lo hacía en un teatro. En un teatro oyes la respiración del público, recibes un impacto directo de este, y eso también se refleja de alguna manera en el plató de Fear... Obviamente, en un rodaje de televisión no tienes el público ante ti, pero la forma de trabajar, para mí, es la misma.

-Usted se formó como actriz en Cuba. ¿Cómo se produce el salto a EEUU?

-En Cuba tuve un hijo, que ya no es un niño: ¡tiene 15 años! Parece mentira… Bueno, el caso es que su padre es estadounidense, y por reunificación familiar pude entrar en EEUU. Pero que conste que no vine a este país en busca del sueño en Hollywood. Casualmente vivía en Los Ángeles, sí, pero no me imaginaba que llegaría a hablar inglés, ni mucho menos poder llegar a mi actual nivel profesional como intérprete… Digamos que todo empezó a rodar cuando me decidí a trabajar como actriz, pero con la fuerza que me dio el tener una idea muy clara: tenía que hacerlo bien, o no hacerlo.

-Su primer trabajo importante en EEUU fue ‘Danika’, película de terror, y ahora coprotagoniza ‘Fear…’. ¿Se ha especializado en este género o es casualidad?

-Esta pregunta es interesante… No, no creo que sea una actriz especializada en el terror o la ciencia ficción, ya que también trabajé en la serie Prision Break, que era una producción de acción, del tipo vamos a correr, vamos a escaparnos… Lo que sí puedo asegurarle es que nunca he hecho un personaje que tenga vestidos y tacones, ni tampoco que se maquille. Todos los personajes que he interpretado hasta ahora están todo el tiempo corriendo, con botas, embarrados, sucios… El caso de Fear… es el extremo, claro, ya que es el súmmun cuando te embadurnan la cara de sangre.

-Así, ¿siempre ha encarnado personajes de acción?

-Sí, nunca he estado en un set de rodaje en el que llevase tacones, y que corten una escena para arreglarme la máscara de los ojos. Jamás en mi vida he tenido esos problemas. Actualmente, cuando me quieren arreglar el pelo, es para ponérmelo más sucio o pintarme con más sangre la cara o ensuciarme más la ropa… Me he dado cuenta que, a lo largo de mi carrera, en todos los personajes que he interpretado, o las historias con las que me siento más conectada, la belleza externa no es lo importante.

-Y, además, en una serie que está funcionando muy bien, y parece que vamos a tener zombis para mucho tiempo…

-Creo que para un tiempo largo, sí, y no se van de una vez [ríe]. Pero, honestamente, creo que los seguidores de la serie no se identifican con los zombis, sino con los supervivientes, y cómo estos lidian con esas situaciones tan extremas, con lo que significa, en un entorno apocalíptico, los conceptos de vida, el amor, la maternidad… Y todos nos identificamos, porque, de una manera u otra, todos tenemos un pequeño apocalipsis diario en nuestras vidas, una revolución interior.