Mercedes Milá vuelve a la carga con la segunda temporada de Convénzeme (domingo, 22.30), el programa literario de Be Mad con el que la periodista llena el vacío que le ha dejado su marcha de Gran hermano.

-¿En qué se va a distinguir la segunda temporada de la primera?

-Vamos a cumplir algunos de los compromisos que teníamos. Siguiendo con la campaña de salvemoslaslibrerias.com que pusimos en marcha, vamos a salir de Barcelona para no hacer todo en la +Bernat (su librería). Iremos a Málaga y Bilbao.

-Lo de hacer coincidir el estreno con el día de San Jorge es una gran idea.

-No. Ha sido San Jorge el que ha coincidido con nosotros. El santo ha demostrado que quiere apoyar Convénzeme. Ibamos a estrenar el 23 de abril y ha decidido unirse.

-¿Cree que el programa está ya consolidado o falta tiempo?

-No lo está. Un programa que empieza con una semilla pequeñita en una cadena pequeñita necesita mucho tiempo para consolidarse. Pero lo que hace que llegue a más gente es que lo reemitan en Tele 5.

-¿No se siente una especie de bicho raro siendo el único programa literario de la televisión comercial?

-Al revés. Me siento como una reina. Es la lucha eterna: llevo 10 años pidiendo que algunos de mis jefes comprendiera que había que hacerlo. Y solo ahora lo he logrado. Cuando Vasile [consejero delegado de Tele 5] aceptó hacer Convénzeme para mí tuvo un gesto admirable porque no es normal. Ahora se está demostrando que en la librería +Bernat, por ejemplo, entran muchas personas que han visto el programa con la lista de libros que han recomendado otros lectores. Un programa de libros hecho de forma atractiva, no desde la cátedra, sino desde la pasión, hace que la gente lea.

-¿Por qué cree que otras cadenas no se atreven con un espacio literario?

-Porque son muy cobardes. Hay muy poca gente que sea valiente con las audiencias. En Mediaset lo son Patricia Marco [directora de antena] y Vasile. Vieron que es una apuesta diferente que podía tener un recorrido. No es solo que se emita los domingos y llegue a 100.000 espectadores, sino que lo repiten en Tele 5 y al final llega a 900.000 personas, que es una barbaridad para un programa de libros.

-¿Mira mucho los audímetros?

-Sí, lo miro igual que usted mirará el número de ejemplares de su periódico para que no le metan en un ERE y le echen a la calle.

-¿Satisfecha con el 0,5% de cuota y los 81.000 espectadores que obtuvo de media la primera temporada?

-Sí, porque no esperaba tanto. Sabía que la apuesta era muy difícil en una cadena muy pequeña y con muy poca promoción. Cada espectador de Convénzeme para mí vale por mil.

-¿Cuánto esperaba?

-Poco. Yo decía que si nos veían 30.000 personas, ya era un éxito. Es un programa muy barato que está hecho con móviles por un equipo muy pequeño. Era un arbolito chiquitín. Cuando partes de tan poco, cualquier cosa te parece mucho.

-¿Qué le parece esta edición de ‘Gran hermano’?

-Muy interesante. Ver el programa desde fuera cuando tú has estado metida tantos años es interesante porque ves los entresijos que no veías antes. Lo he seguido con fruición, como si lo hiciera.

-¿Cómo cree que lo ha hecho su sucesor, Jorge Javier Vázquez?

-Bien. Ha tenido muchas dificultades, porque se ha encontrado el tsunami de las redes sociales. Debe de haber sido muy doloroso, porque no se merecía en absoluto las barbaridades que he leído sobre él. Ha hecho un gran trabajo, pero estaba pagando facturas que eran de otros.

-¿Qué le gustaría hacer en tele?

-Algunas de las cosas que me han propuesto y que estoy valorando. Volver al directo y tener a gente delante con ganas de hablar. Tener un sitio en la televisión, a ser posible en prime time.