--El lema de la COPE es Donde nos gusta estar. ¿Está usted, en cuanto a audiencia, donde quería estar hace dos años, cuando llegó de la SER?

--Esencialmente, sí, aunque a todo el mundo le gustaría ser líder. Esperaba que en este segundo año estaríamos peleando por el liderazgo. Es cierto que somos primeros en Facebook, Twitter, ingresos publicitarios y pinchazos de internet. Pero con los pronósticos soy un desastre.

--¿Qué le ha faltado para estar más cerca de Carrusel deportivo? ¿Que no llegara Manu Carreño para romper la tendencia a la baja de Javier Hoyos?

--No me quiero meter ni con Hoyos ni con ninguna decisión de la SER. Pero lo que sí digo es que Manu Carreño y José Antonio Ponseti son dos tíos acojonantes y buenísimos. Seguro que han acertado al ficharlos.

--¿Se lleva bien con Carreño?

--Sí. Siempre le estaré agradecido, porque tuvo un detallazo conmigo cuando me estaban echando de la SER: me llamó para decirme que le habían ofrecido Carrusel y que les había dicho que no. Es un tío cojonudo.

--Va a narrar con él los partidos de España en la Eurocopa. ¿Se imagina a Carles Francino y Jiménez Losantos narrando juntos las cumbres europeas?

--Ríe Ni de coña. No nos compare: no tiene nada que ver.

--¿No deberían unirse Alfredo Pérez Rubalcaba y Mariano Rajoy por España igual que han hecho ustedes con La Roja?

--Yo no soy quien para dar ejemplo de nada. Lo que sí me gustaría es que la naturalidad con que nos podemos llevar bien dos medios rivales se pudiera extender a otros ámbitos, incluida la política. A mí me gustan más las personas que tienden la mano que las que montan broncas. Prefiero a Vicente del Bosque que a José Mourinho. Sería fantástico que España estuviera unida políticamente para algo, aunque fuera para Eurovisión.

--Es una pena que José Antonio Camacho no repita en el equipo de Tele 5, ¿no?

--Para mí es la baja más importante de España. Que no esté Villa es tremendo para la selección, pero que no esté Camacho, por su compromiso con China, es un palo muy gordo.

--¿Quién será el Camacho de esta Eurocopa de Polonia y Ucrania?

--Queremos que sea Villa. Juanma Castaño, que es amigo suyo, está tratando de convencerlo.

--¿Alejarán a Sara Carbonero de la portería o ya no hay riesgo de que descentre a Iker Casillas?

--Sara va a hacer su trabajo a pie de campo. Deberíamos repetir lo del Mundial, no vaya a ser que perdamos la Eurocopa. Además, imagínese a Juanma Castaño besando a Casillas: daríamos la vuelta al mundo, pero por asco.

--¿No le ha puesto pegas la COPE para prescindir de usted en unos partidos tan importantes?

--Al contrario. Mis jefes me han dicho que era algo que le venía bien a la emisora, a la marca y a Tiempo de juego . Me animaron.

--Han ganado la guerra contra los clubs por lo del veto.

--Ha ganado la justicia, la razón y la lógica. Era de justicia que la radio, que ha sido pareja de hecho del fútbol durante 80 años, no se fuera de la casa sin poderse llevar al menos las maletas.

--¿No le pide el cuerpo exigirles una buena indemnización por lo mal que se lo han hecho pasar?

--Si pagaran los dirigentes que lo han hecho, sí. Pero como al final lo van a pagar los clubs, pues no. Bastante tiesos están ya.