Su reciente papel de protagonista en la miniserie de Tele 5 sobre Carmen Cervera le ha catapultado a la serie río de la cadena de Vasile. Mar Regueras (Barcelona, 1970) reconoce que sin esa aparición habría sido más difícil entrar en Hospital Central (miércoles, 22.30) como la intrépida gerente Manuela. A la actriz le ha costado 10 años volver a trabajar en una serie de Tele 5, tras haber participado en El comisario .

--Esta nueva gerente del Central parece de armas tomar...

--Estoy muy contenta con mi personaje, porque tiene mucho que ver con la mujer de hoy en día. Las actrices de cierta edad, como yo que tengo 42, estamos acostumbradas a que nos den papeles de madre y poco más. Por eso se agradece que Videomedia y Tele 5 se hayan atrevido a mostrar a la mujer de hoy, y no a la mujer de hace 40 años, como eran nuestras madres.

--¿Cómo es Manuela?

--Es un personaje potente, una mujer que trabaja y tiene una familia, pero que a veces antepone el trabajo a su familia. En algunos momentos tiene mucho que ver conmigo y, en todos, con la mujer actual.

--¿Creará conflictos?

--Se enfrenta a la gente del hospital porque quiere que el centro no se cierre. Para ello, tiene que haber una parte privatizada, como sucede en la realidad.

--¿Seguía antes la serie?

--No la he seguido mucho por falta de tiempo, pero cuando hacía El comisario para Tele 5 coincidíamos plató con plató con ellos. Por eso conocía a algunos de los actores, como Jordi Rebellón. Creo que era la única actriz que no había pasado por Hospital Central tras 12 años.

--¿Qué opinión tenía de ella?

--Me parecía que estaba bien. Pero esta temporada me ha sorprendido lo moderna que se ve, los avances técnicos, la calidad de imagen, la bella fotografía.

--En su última temporada acusó el desgaste y pasó por momentos difíciles. ¿No le da miedo?

--Puede suceder, porque estamos en manos de la audiencia. El público decidirá si continúa, pero una serie, para durar 12 años, no solo depende de los espectadores, sino del compañerismo entre los que la hacen. Son muchas horas juntos.

--Tele 5 ha usado Hospital Central como comodín para rellenar huecos. ¿No le pasará factura?

--Lo de comodín puede ser un halago: es un producto que saben que les funciona y del que tiran cuando lo necesitan. No lo veo mal.

--Pero eso crea confusión en los seguidores de la serie.

--Sí. Eso lo entiendo porque a mí también me preguntan por la calle si sigue o no sigue. Pero estas cosas me superan. Puede ser negativo para la serie, pero si nos cambian de día para que funcione mejor... Aun así, como actriz no me gustaría que la cambiaran 20 veces de día.

--¿Sanidad pública o privada?

--Utilizo las dos. Tengo la privada, pero sigo utilizando la pública. Si quiero algo más rápido... Bueno, lo de rápido entre comillas, porque antes tener seguro médico te garantizaba celeridad. Ahora no te dan cita hasta no se sabe cuándo. Se parece cada vez más a la pública.

--¿Satisfecha de la miniserie en que hacía de Carmen Cervera?

--Me dijeron que había ido bien. Pero con lo que me quedo es que me facilitó la entrada en Tele 5 y me valió para poder hacer este personaje. Llevaba sin trabajar con T-5 más de 10 años. Creo que ha sido mi puerta para volver a esta cadena.

--El padre de su hija, Toni Cantó, ya es diputado...

--Yo de Toni no hablo. Lo siento. Toni forma parte de mi pasado y de mi presente, porque tengo una hija común. Pero nada más. Como feminista, estoy harta de que a nosotras, las ex de quien sea, siempre nos pregunten por ellos. Y, sin embargo, a ellos nunca les preguntan por nosotras. Es curiosísimo. En las revistas ponen Mar, 42 años, fulanita, tantos años, y cuando hablan de un hombre no ponen nada. Hay que comenzar a darle la vuelta a la tortilla, porque si no empezamos nosotras esto no lo va a cambiar nadie.