Diario Córdoba

Seis rutas de senderismo para perderse por Córdoba

La belleza natural se funde con la historia en los caminos que recorren la sierra cordobesa

______

Texto: Manuel Á. Larrea / Fotografía y vídeo: Manuel Murillo / Diseño e infografía: Ramón Azañón

Senderos naturales con historia

El entorno natural que rodea Córdoba, protagonizado por la imponente Sierra Morena, esconde rincones de extraordinaria belleza y con una profunda historia, cuyo origen se remonta, incluso, a la época romana y califal. Entre estos enclaves, los senderos y caminos disponibles abren una oportunidad a los senderistas de conocer los lugares que esconde, como buen tesoro, la sierra cordobesa. Las rutas oficiales, facilitadas por el Ayuntamiento de Córdoba, son tanto un paseo activo como una puerta a la cultura, muchas veces desconocida, de la capital. Para ventaja de los caminantes, la ciudad cuenta con los accesos necesarios, ya sea en servicios de transporte público o a pie desde algunos barrios, para llegar a los escenarios mencionados. Algunos de estos conocidos senderos, además, conducen a barriadas periféricas como Alcolea o Santa María de Trassierra. 

Vereda Córdoba - Alcolea

Sobre tres puentes romanos


Teletransportarse a la Córdoba romana solo requiere un poco de imaginación y un paseo por los 11 kilómetros que conectan Córdoba con Alcolea por la Vereda de la Alcaidía. En tres horas y media, el trayecto regala la imagen de tres puentes romanos. La ruta, además, conecta el núcleo urbano y la barriada por un entorno verde único, entre la Vega del Guadalquivir y Sierra Morena.

El camino comienza en el barrio de Fátima, en la calle Historiador Jaén Morente. En las cercanías, ya al inicio, puede verse el puente romano del arroyo Pedroche. Una vez emprendido el sendero, en dirección a las parcelaciones de la Campiñuela Baja, dos kilómetros de asfalto terminan fundiéndose en la Vereda de la Alcaidía. Inevitablemente, el caminante acaba topándose con una de las joyas patrimoniales que Córdoba alberga en su entorno natural: el Puente de los Piconeros, para deleite de los curiosos, se encuentra en un enclave rico por su flora y fauna. Declarado Bien de Interés Cultural, forma parte de una antigua vía augusta que sortea el arroyo de Rabanales. El barbo gobierna las aguas lentas, en un escenario donde crecen olmos y zarzamoras. Por allí anidan las cigüeñas. Y, entre infinidad de aves, habitan jilgueros o garcillas. 

Tras la pausa a la que puede sucumbir el viandante, la ruta continúa hacia el arroyo de la Cuesta de la Lancha, entre una dehesa de encinas y alcornoques que brillan en primavera. Casi un kilómetro y medio más adelante se halla el Hospital Psiquiátrico. El camino se torna asfaltado y cerca puede apreciarse el puente que cruza el arroyo Guadalbarbo. Por un túnel bajo la antigua N-IV se llega a Alcolea.

Arroyo Pedroche - Santo Domingo

Caudales con encanto


La belleza del agua encuentra su mejor manifestación en el camino que va del arroyo Pedroche a Santo Domingo que aquí se propone. Son 11,5 kilómetros de un circuito circular que transcurre junto a la orilla de los caudales y puede recorrerse en cuatro horas y media. La flora, especialmente, y la fauna se revelan entre el acompasado fluir del agua

Para ello, primero hay que dejar atrás la ciudad desde el barrio de El Naranjo (junto a las instalaciones deportivas) o desde el polígono de Pedroche (frente a la gasolinera). En la primera opción, hay que ascender al Castillo de Maimón y rodearlo para después bajar unos 800 metros hasta el arroyo de la Palomera, que habrá que cruzar junto al puente de hierro. Desde el polígono, el primer tramo se realiza cruzando el puente de arroyo Pedroche y tomando la antigua carretera de Badajoz hasta un sendero junto al cauce que hay que cruzar cerca del puente de hierro. 

Ermita de Santo Domingo.

Ermita de Santo Domingo.

El viandante acaba llegando a un frondoso y umbrío sendero junto al arroyo Pedroche. Entre sauces, lentiscos o álamos, se esconden desde herrerillos a carboneros. Tras este sendero, otro caudal, el de arroyo Barrionuevo, fluye lentamente. En su tramo final conecta con el arroyo de la Ventilla y forma una pequeña cascada. Al final, un llano se abre a la posibilidad de contemplar el vuelo del águila perdicera o el andar del jabalí. De vuelta por el arroyo Barrionuevo, el santuario de Santo Domingo se erige como enclave destacado. Finalmente, un camino paralelo al arroyo Santo Domingo lleva al punto de partida. 

Cuesta de la Traición - Vereda del Villar

La antigua calzada romana


Desde la puerta de la muralla de Córdoba hasta las antiguas zonas mineras circulaba una calzada cuyo último tramo se conoce hoy como Cuesta de la Traición. El extinto Camino del Pretorio aún conserva restos de aquellos siglos y conforma una ruta senderista de indudable valor cultural y natural. El trayecto propuesto es circular y se inicia en la carretera que conduce al Hospital de Los Morales, junto a los depósitos de agua. En la zona, conocida como El Cerrillo, empieza el ascenso hasta Fuente de la Raja. La subida hasta la carretera de Trassierra acaba llevando al Lagar de la Cruz. Antes de eso, tramos de abundante vegetación se mezclan con zonas pedregosas (algunas de ellas de valor geológico por tener su origen en la era Paleozoica o Primaria). Entre la flora abundan zarzas, almezos e higueras.

Señalítica del sendero.

Señalítica del sendero.

Una vez en la zona más alta de este recorrido, un cambio de sentido permite inciar el descenso hasta La Alberquilla, a un kilómetro y medio. Por allí cruza el arroyo de San Cristóbal. Y, un poco más adelante, existe una zona de descanso. En las cercanías, la contemplación puede facilitar que el caminante asista al vuelo de algún mirlo o a la presencia de alguna paloma torcaz. Incluso algún zorro puede presentarse en la zona. 

El camino va a parar, por la Vereda del Villar, en el Parque de Los Villares, que recibe su nombre de una antigua población, de entre el siglo XII y el XVII, que se denominaba El Villar. Desde las alturas y de vuelta ya, la imagen de la ciudad lejana puede suscitar interés. El paseo acaba, de nuevo, en la carretera que conecta El Cerrillo y el Hospital de Los Morales. En total, 6 kilómetros y dos horas y media por la sierra

Vereda de Trassierra

Cultura, historia y naturaleza


La historia de Córdoba ha transcurrido durante siglos a lo largo de la Vereda de Trassierra, lo que convierte a este sendero que une Córdoba con la sierra en una perfecta combinación de cultura y naturaleza. La ruta comienza en San Rafael de Albaida. La opción más propicia resulta acercarse en el bus de Trassierra (T) hasta la parada cercana a la planta asfáltica. Un camino a la izquierda de la carretera lleva a la vereda, que en un primer tramo pasa por el arroyo de los Nogales. Sobre un camino de igual nombre, se alza un puente del siglo X. Esta última vía de tierra unía Córdoba con Medina Azahara. Siguiendo la senda, el Castillo de Albaida y la Torre de las Siete Esquinas, de época califal, son las primeras sorpresas. 

Fuente del Elefante.

Fuente del Elefante.

Cerca de la Huerta de la Gitana, la sierra empieza a hacerse presente y una calzada de época romana conduce a la Vereda de Trassierra. Junto al arroyo de Valdehermoso, las jaras blancas, los arrayanes o los algarrobos crecen. De un momento a otro, las carreteras de Trassierra y de los Jerónimos dirigen al senderista hasta el cruce de Trassierra. Entonces, el paso es dirigirse a la urbanización Pinos de Torrehoria por el camino de Turruñuelos. Llegado el punto más alto, a 500 metros, todo es bajada, cruzando un puente de madera, y, en dirección noroeste, llegando al cortijo El Caño. A 600 metros se halla la Fuente del Elefante, que abastecía a la ciudad, en época romana, y a Medina Azahara, en la etapa califal. Los restos del acueducto que dirigían el agua del manantial aún pueden admirarse. Tras 11,3 kilómetros y cuatro horas y media, se llega a Santa María de Trassierra.

Circular de Trassierra

Castañar de postal


En otoño, el castañar que atraviesa la ruta senderista circular de Trassierra se convierte en una postal de inigualable belleza. El rodeo por la sierra que conforman estos 14,5 kilómetros, que pueden hacerse en cinco horas, es un paseo paisajístico único. Diferentes escenarios se abren al caminante, desde el matorral mediterráneo hasta los alcornocales. Este sendero circular parte del interior de la barriada de Santa María de Trassierra, por lo que hay que trasladarse hasta allí para aprovechar el recorrido planteado. Hasta la zona se puede viajar en autobús, en la lína de Trassierra (T). El viaje del viandante comienza junto al centro cívico municipal o la plaza, la cual hay que dejar a la derecha.

Por la Vereda de La Canchuela, la senda se adentra en la vegetación, dejando atrás el asfalto. Los primeros paisajes son de alcornoques, que preceden al llano del Pozo de las Cruces. En el cruce de vías que se ofrece en aquel punto, la dirección oeste lleva, por la Vereda del Vado del Pan Duro, a una dehesa. Durante un suave ascenso, las Casas de la Brazona y un embalse sobre el arroyo de Matalagortas quedan a un lado antes de adentrarse en el castañar de Valdejetas. La parada está asegurada. Finalmente, llegada la carretera de Trassierra, empieza la bajada. Por un sendero paralelo a la carretera, que hay que cruzar hasta la urbanización Llanos de Arjona, donde hay una parada de autobús, se puede caminar hasta dar, de nuevo, con las casas y las parcelas de la barriada de Santa María de Trassierra. 

Rosal de Las Escuelas - Arroyo Guarromán - Trassierra

Entre grandes dehesas


El destino es único, pero el camino vale la pena. Llegar a Santa María de Trassierra entre dehesas es posible atravesando la ruta que transcurre entre Rosal de las Escuelas y la barriada, pasando por el arroyo Guarromán. Durante tres horas y medias, a lo largo de 10 kilómetros, se alternan importantes espacios de alcornoques y encinas. Un tesoro para el ganado y para quienes deseen deleitarse con el entorno natural de Córdoba. Para iniciar la ruta hay que llegar, primero, al kilómetro 10,5 de la CO-3402, en dirección a la barriada periférica. El autobús a Trassierra (T), en este caso, es una opción. En ese punto, un camino de tierra a la derecha da comienzo a un recorrido con extensos tramos de dehesas.

Un grupo de ciclistas en la entrada de la finca Valdejetas.

Un grupo de ciclistas en la entrada de la finca Valdejetas.

En ese paseo, la Fuente de la Marquesa, abastecida en época romana por un acueducto que nacía en la Fuente del Elefante y en el arroyo Bejarano, es el primer enclave histórico. Especies como los madroños acompañan a un ligero ascenso hasta el arroyo Guarromán. Pasada la finca de La Jarosa, un largo tramo conduce al llano del Pozo de la Cruces, donde se cruzan caminos y veredas. Tomando el sendero que se dirige al norte, por la Vereda de La Canchuela, se acaba llegando a la barriada de Santa María de Trassierra.

Del destino poco hay que descubrir. Sus construcciones se alzan sobre una antigua villa, cuyo origen se remonta al siglo XVI. La parroquia, de arquitectura gótico-mudéjar, es, sin duda, la gran perla que se esconde entre la poca población de esta barriada ubicada en plena Sierra Morena.  

Vídeo resumen

Un recorrido, a vista de dron y sobre el terreno, por seis rutas senderistas en el entorno de la capital de Córdoba repletas de historia y naturaleza, que componen un conjunto de enclaves y rincones mágicos para viajar al pasado.

stats