La cocina es una herramienta muy poderosa para unir a la familia. Aquí podrás descubrir cinco platos deliosos para hacer durante este verano, comida de todas partes del mundo, que harán que las tardes del verano de Córdoba sean más entretenidas. Estas recetas son muy fáciles de realizar, no requieren horno ni ingredientes demasiado difíciles de conseguir.

Estas recetas, además, son saludables, pero los niños no las rechazarán, la estética de los platos es imprescindible para que lo pequeños accedan a comer vegetales. Además, puedes utilizar estas recetas para pasar un rato en familia o pareja. Todos los platos se pueden masterizar, y hacerte quedar genial en una comida de amigos, para llevarlos a una casa como invitado o para sorprender a tus padres.

Poké Bowl

Este plato típico de Hawái se ha vuelto muy popular, y es que es muy difícil que a alguien no le guste, ya que puede llevar prácticamente cualquier ingrediente. Originalmente, este plato consistía en una ensalada con pescado crudo sobre una base de arroz. No obstante, ahora existen multitud de variedades de esta receta.

Para hacer la base donde se acomodan el resto de ingredientes se puede utilizar arroz bomba, común en España, pero también puedes hacer una cama de arroz basmati, cociéndolo dos minutos menos de lo que indica el paquete y pasándolo a una sartén con el jugo de medio limón, media cucharada de pimienta y una cucharadita de mostaza.

Además de usar arroz, también puedes usar quinoa, lentejas e incluso avena. También puedes mezclarlos, en conclusión, el poké te permite utilizar los ingredientes a tu gusto, y es muy gratificante probar a implementar cambios cada vez que lo haces.

En la parte de la ensalada es similar, puedes usar lo que quieras; aguacate cortado en rebanadas, remolacha rallada, tomates cherris partidos, brotes verdes, pimiento en tiras, cebolla picada, jengibre fresco rallado, etc. Puedes combinar los ingredientes como quieras, al final eres tú quien se lo va a comer.

La parte más polémica de esta receta es el pescado crudo. Si bien hay gente a la que le gusta, hay personas a las que le da hasta repugnancia. Si eres de este último grupo o, simplemente, quieres innovar y prefieres comer otra cosa, puedes sustituir esta proteína por otras. Por ejemplo, puedes cortar salmón crudo en dados y marinarlo con el zumo de una naranja y dos cucharadas de soja. También puedes empanar una pechuga de pollo marinado en miel con huevo y panko para crear el pollo katsu asiático. Otra opción es usar langostinos cocidos o, una vez más, hacer lo que te apetezca, puedes incluso mezclar estas proteínas.

Por último, el poke suele ir acompañado de una salsa. Una receta estándar de esta sería la siguiente: 60ml de salsa de soja, 1/4 de cucharada de aceite de sésamo o girasol, 1 cucharadita de vinagre de arroz, media cucharadita de ajo picado, 1/4 de cucharada de jengibre rallado y media cucharada de zumo de limón. Para corregir el sabor, puedes agregar hasta una cucharadita de azúcar y, si eres amante del picante, puedes añadir unas gotas de sriracha o tabasco.

Para emplatar, simplemente agrega primero el arroz o la quinoa en la base, encima de esta acomoda los vegetales de tu elección, coloca la proteína de tu gusto en lo alto y corona el plato con tu salsa, también puedes dejarla en un cuenco por separado. Si quieres dártela aún más de cocinitas, puedes ornamentar el plato con cebollín verde picado por encima para dar color y con sésamo negro y blanco, que aportan vistosidad al plato.

Hummus

El hummus es una crema de garbanzos cocidos, incluye pasta de tahina, aceite y zumo de limón, dependiendo de la receta. Este plato tiene su origen entre Oriente Medio y Líbano, aunque también se come mucho en Marruecos y Turquía.

Este alimento se ha vuelto tendencia porque es muy cómodo de consumir, fácil de hacer y saludable. Pero, además de la crema de garbanzos, podemos completar el plato con otros ingredientes.

Para hacer el hummus base hay que colar los garbanzos de bote y escurrirlos, tras esto, debes envolverlos entre dos trapos de tela y agitar suavemente, con cuidado de no aplastarlos. De esta manera se remueve la piel del garbanzo, haciendo que la textura del hummus sea más agradable. Tras esto, mete los garbanzos en un cazo, y añade 1/4 de cucharada de sal, una cucharada de comino en grano y llena de agua hasta tapar los garbanzos.

Plato de hummus con pimentón. TASTY MEDITERRÁNEO

Una vez esté el cazo preparado, se calienta hasta que ebulla el agua, luego debes bajarlo a fuego medio, pero que siga en ebullición. Hay que hervir los garbanzos durante entre 14 y 15 minutos. Una vez terminado, reserva medio vaso de agua de cocción. Introduce los ingredientes en una batidora e incorpora 140g de tahina, un diente de ajo y el jugo de un limón. Además, agrega un cubo de hielo, si tu batidora es capaz de romperlo, una pizca de sal y una cucharada del agua de cocción.

Una vez batido, no lo saques aún, pruébalo dentro de la batidora. Puedes rectificar el sabor echando sal y puedes corregir la textura añadiendo cucharadas del agua de cocción que reservaste. No eches más de cinco cucharadas de agua de cocción o perderá su consistencia. Recuérda que el hummus es una crema, no una sopa. Además, puedes agregar comino u otras especias que consideres.

Esta sería la receta del hummus base, puedes completar con un chorro de aceite de oliva virgen extra, pimentón u especias al gusto. También puedes confitar algunos vegetales sofriéndolos durante 15 minutos a fuego medio en una sartén tapada, los tomates cherris especiados con hierbas provenzales, un chorro de aceite de oliva y un diente de ajo quedan espectaculares. También puedes coronar el hummus con carne picada especiada, o con aceitunas negras, cebollita picada y hasta rodajas de limón para decorar.

Limonada

La limonada es un alimento muy refrescante, ideal para el verano. Es fácil de hacer, tiene muy buen sabor y, además, es más barato hacerlo en casa que comprar su alternativa industrial.

Para hacer limonada, primero deberemos crear sirope de azúcar. Esto es muy sencillo de hacer y puedes reservarlo en la nevera para otra ocasión, ya que no se pone malo. Para crear este sirope tienes que poner agua en ebullición fuerte, una vez está evaporándose, la retiras. Ahí debes añadir las mismas partes de azúcar que de agua, de tal forma que cada cucharada de este sirope sea media cucharada de azúcar. Remueve hasta que se disuelva el azúcar, ahora reserva este sirope.

Para terminar la receta, necesitas exprimir tres limones, añadir un poco de ralladura de estos limones, aproximadamente 4,5cl del sirope que habías guardado y, completa con agua con gas. Puedes añadir más o menos sirope a tu gusto. De igual modo con el limón.

También, puedes innovar añadiendo ralladura de jengibre para aportar frescor, e incluso trozos completos y meterlos con el resto de ingredientes en una batidora (hasta 50g, ya que el jengibre es muy potente) para crear una limonada de jengibre. Puedes añadir también naranja, fresa y la fruta que quieras.

Para decorar puedes colocar una rodaja de limón, un twist, ralladura por encima, un trozo de fresa o cualquier cosa que se te ocurra.

Pan

La mayoría de personas llevan sin hacer pan desde la cuarentena. Aquí vas a poder descubrir dos recetas para hacer en familia, cómodas y fáciles de hacer. Son ideales también para acompañar el hummus que has aprendido a hacer antes o para comerlos acompañando cualquier comida. En estas recetas no necesitas ni siquiera usar horno.

La primera receta es el pan chapati. Este pan es típico de India. Debes tener un cuenco medianamente grande, coloca en el 350g de harina de trigo integral y media cucharada de sal. Añade también una cucharada de aceite de girasol o sésamo e incorpora 250ml de agua templada.

Una vez tengas la masa para el pan, amasala durante unos 10 minutos para que quede blanda y homogénea. Una vez amasado, cubre el recipiente con un paño de cocina y déjalo reposar unos 15 minutos. Un buen sitio para dejarlo descansar en condiciones óptimas es el microondas, con la puerta un poco abierta. Sino, cualquier sitio seco donde puedas dejarlo está bien.

Una vez reposada la masa, haz bolas de esta. Con esta receta puedes hacer entre 18 y 20 de estas bolas de masa. Añade un poco de harina a las bolitas y estíralas suavemente con un rodillo, que tengan aproximadamente 15 centímetros de diámetro. Para terminar, pásalas de una en una a la sarten, a fuego medio alto. Bastará con un minuto y medio por cara para tenerlo listo, notarás que el lado está hecho cuando empiece a engordar el pan y a crearse burbujas.

Para rematar la receta, puedes aromatizarlos con un poco de mantequilla fundida esparcida por encima con una brocha. Y ya estaría acabado.

Con la segunda receta nos mudamos de país, pero seguimos en Asia, viajamos a la nación del sol naciente, Japón. La receta de este pan es también muy sencilla, y tiene una particularidad, el pan se cocina al vapor, se trata del pan bao.

Es necesario un cuenco para mezclar los ingredientes. En este, introduce 500g de harina de trigo. Por separado, mezcla un sobre de levadura de panadería con 250g de agua templada, es muy importante la temperatura del agua, ya que de lo contrario podrías matar las bacterias de la levadura. Una vez tengas la mezcla, remuevela, y una vez removida añade 40g de azúcar y 30ml de aceite de girasol o sésamo y vuelve a remover para que se integre todo.

Ahora, mezcla la harina con el líquido de levadura que has creado. No lo viertas todo directamente, ve echándolo poco a poco y ve agitando para que se integre correctamente y no se creen pegotes de harina. Una vez absorbido el líquido, es momento de amasar. Amásalo primero en el cuenco, una vez todos los trozos sean uno, pásalo a un espacio liso para poder seguir amasándolo correctamente. Puedes ponerte un poco de aceite en las manos, pero normalmente, esta receta no se pega. Remueve durante unos 10 minutos.

Devuelve tu masa al cuenco y tápalo con papel film o un trapo de cocina. Recuerda el consejo del microondas ligeramente abierto. Deja reposar la masa aproximadamente una hora. Cuando vuelvas a por la masa después de dejarla reposar, comprobarás que ha aumentado mucho su tamaño (puedes hacer una foto del antes y el después para apreciarlo y compartirlo con tus amigos), ahora vuelve a hacer como en el paso anterior, amasa dentro del cuenco hasta que se peguen todos los trozos de masa y luego pásalo a una superficie lisa para continuar amasando otros 10 minutos.

Corta la masa en dos y haz cilindros. Ahora que la masa es más esponjosa puede pegarse, por tanto, pon un poco de harina debajo. Haz lo mismo con las dos partes. Corta cada cilindro en ocho partes, formando un total de 16 trozos. Con cada una de estas bolas de masa, haz óvalos con un rodillo, es recomendable usar harina para que no se pegue. Una vez tengas el óvalo, ayudándote de una brocha, unta aceite hasta la mitad, y tras esto dóblalo. La forma debe ser similar a una empanada. Colócalo en papel de horno, y déjalo reposar unos 50 minutos, casi doblarán su tamaño.

Ahora, colócalos en una olla vaporera, hierve el agua y una vez esté hirviendo, pon la vaporera cerrada encima durante 10 minutos. Pasado el tiempo, abre un poco la olla, con mucho cuidado de no quemarte con el vapor, usa un trapo húmedo. Déjalo reposar durante 5 minutos más. Una vez hecho, ya estaría listo.

Puedes meter dentro cualquier guiso y cualquier salsa, este pan no se va a empapar y romperse por mucho líquido que le eches. Si quieres preparar un festín, puedes hacer preparado de tacos con carne picada, pulled pork o cochinita pibil, y utilizar el pan bao como si fuese una tortilla de taco, de esta forma podrás sorprender con cocina fusión mexicano- japonesa. Además, si has terminado de comer y te ha sobrado, puedes fundir chocolate en una sarten y untarlo en el pan bao para crear un postre delicioso.

Pipirrana

Tras esta vuelta al mundo, volvemos a España a por un plato típico de la provincia de Jaén. La pipirrana es un plato frío, ideal para el calor de verano.

Para preparar este receta, primero necesitarás cocer dos huevos. Para ello, pon agua abundante a hervir en un cazo, cuando esté en ebullición, agrega los huevos. Pasados 10 minutos, retira el agua del calor, saca los huevos y mételos en agua fría. Déjalos reposar.

Ahora lava cuatro tomates, pélalos y córtalos un trozos pequeños, déjalos apartados también. Haz lo mismo con una cebolleta tierna, y déjala separada junto al tomate, de nuevo, haz lo mismo con un pimiento verde, asegúrate de quitarle las semillas, trocéalo y déjalo con los otros dos ingredientes.

Ahora, recupera los huevos, ábrelos para extraer las yemas y viértelas en un bol. Agrega al bol dos dientes de ajo pelados y picados muy fino. Luego, agita las yemas y ve incorporando un chorrito de aceite de oliva y sal al gusto. Echa siempre menos, ya que luego puedes corregir.

Plato de pipirrana. BON VIVEUR

Corta las claras de los huevos hervidos, asegúrate de que los trozos sean pequeñitos. Abre un paquete de de atún en conserva, desecha el líquido e incorpora el atún desmenuzado con un tenedor a las verduras que habías dejado reservadas. Ahora, vierte la yema de huevo aderezada con el ajo sobre las verduras y mézclalo todo bien.

Puedes comer este plato directamente o puedes colocar un papel film por encima y meter la pipirrana en el frigorífico hasta el momento de consumirla. Antes de comerla, acuérdate de probarla, así podrás rectificar el punto de sal.